Hacen malabares para sobrevivir

Maryerlin Villanueva | La Prensa de Táchira.- El arte de hacer malabares no es nuevo en San Cristóbal, pues desde hace años, muchos son los jóvenes que aprovechan la luz roja para ofrecer a conductores un breve espectáculo.

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Este arte callejero, requiere de destreza física y concentración por parte de quienes hacen esta rutina por más de tres horas al día, generando un ingreso de 100 mil bolívares y hasta 5 mil pesos diarios.

María Mora, tiene 28 años de edad, y se dedica a esta actividad desde hace siete años. Sostiene que hacer malabares en la calle le permite ver el arte de una manera distinta.

"A medida que fui evolucionando, fui ganando dinero que invertí en vestuario, poco a poco fue contactada con gente que me empezó a contratar para eventos y fiestas" expresó.

 La joven ha participado en desfiles de diversos estados del país, dando a conocer su labor y obteniendo la receptividad por parte de los ciudadanos.

"Vendo mi arte en la calle"

Lamentó que algunos ciudadanos la miren con desprecio por lo que hace, pues en los semáforos solo busca brindar un momento agradable a quienes esperan la luz verde.

"Yo vendo mi arte en la calle, no estoy mendigando, ni tocando los vidrios para pedir ayuda" aseveró.

Su rutina se basa en levantarse muy temprano, desayunar saludable y hacer ejercicio, esto para estar en forma y mantenerse para luego hacer los malabares en las calles.

"Aparte de ser una distracción para las personas es un deporte que ayuda al cerebro y despierta el área psicomotora del cuerpo humano" dijo Mora.

Show de magia

María Mora sostiene que las personas que se dedican a esto participan en diversas actividades en Cúcuta, donde una persona que se dedique hacer malabares puede lograr un ingreso de hasta 50 mil pesos en un día.

Emigrar no es una opción, prefiere trabajar en la ciudad capital y para ello cuenta con un "show de magia" que realiza en fiestas infantiles cuando es contratada.

No se arrepiente de hacer este arte callejero, pues afirmó que le va mejor como malabarista que trabajar en un empleo formal con un horario de ocho horas al día.

"Con el arte se puede vivir, pues esto es un trabajo como el doctor, el ingeniero y considero que quienes nos dedicamos a esto tenemos derecho a que se nos respeten y no nos vean como mendigos" acotó.

Aceptación 

Wilson Varela, ve con buenos ojos la presencia de estos jóvenes en la calle, mencionando que es preferible verlos haciendo malabares que robando a transeúntes y conductores.

"Es bonito para ellos, y cada persona debe buscar la forma para ganarse el dinero" puntualizó.

Para Neira Celis, "es aceptable que se ganen la vida de esa manera y no que estén atracando a las personas por ahí en cada esquina".

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