Fabiola Barrera | La Prensa de Táchira.- El negocio redondo pareciera vivir en la ruta de una cola de gasolina. Lo que hace un tiempo era una tortura para quienes hacían las colas y representaban un estorbo, ahora son vistos como fuentes de ingreso por habitantes de la zona y hasta propietarios de comercios.
Vea también: REMOLCARÁN EN COLAS CARROS SIN CONDUCTOR
Los frentes de las casas que se ubican en zonas donde pasa una cola para abastecerse de gasolina ahora tienen tobos con cemento, cauchos viejos, sillas y hasta bolsas de basura. Todo esto para apartar los puestos a potenciales clientes.
¿Donde y por cuánto?
Esto ocurre en casi todas las estaciones de servicio, por no decir todas. Pero en la carrera 8 del centro, a la altura de la hemeroteca se ve como apartan puestos para la cola de la E/S Zerpa. De 10 a 30 mil pesos colombianos puede costar un espacio a tan solo dos cuadras de la entrada de la gasolinera.
Ya a eso de las ocho de la noche se pueden apreciar vehículos que pernoctarán allí para surtirse al día siguiente. Quienes desean dejar sus carros y dormir en sus viviendas por cinco mil pesos más tienen un vigilante garantizado.
Nadie sabe
Esto ante la mirada benevolente de las autoridades, pues por esa calle pasan motorizados y patrullas de los diferentes cuerpos de seguridad y no hacen algo al respecto. Y los servicios de inteligencia del Estado tampoco se quieren enterar.
Un usuario de esa estación de servicio, que prefirió no identificarse, cuenta: "Aquí hay una mafia que tiene sometido a todo el mundo, guapetones que dicen paga o paga, y son amigos de los responsables de la bomba, se parten la cochina"