Cada uno va matando tigres para poder resolver sus gastos
Ramón Moncada
Director musical de la Fundación Orquesta Sinfónica del Táchira
Tenemos la enorme tarea de mantener en el tiempo las instituciones musicales del Estado
Vilma Vanesa Vega
músico
Maryerlin Villanueva | La Prensa de Táchira.- La música en el estado Táchira enfrenta una etapa crucial y dura ante la diáspora. Deleitar al público con diferentes letras y sonidos, es una tarea que se ha vuelto compleja ante la crisis económica, política, y social que atraviesa el país.
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La situación para un músico es compleja. En Venezuela, es posible formarse con carreras universitarias en prestigiosas casas de estudios, realizar cursos, y hasta el aprendizaje de distintas agrupaciones que los lleven desde lo amateur a lo profesional, sin embargo, esto no garantiza vivir del arte.
Con más de 35 años en el área, Ramón Moncada, director musical de la Fundación Orquesta Sinfónica del Táchira, ha buscado desarrollar nuevos géneros, proyectos y fortalecer este programa cultural en la entidad.
Con sede en Pirineos, el grupo de músicos que no supera los 25 se reúnen los días sábados para ensayar, teniendo en cuenta que hasta ahora, no cuentan con un sitio fijo para tocar.
"Tenemos un niño de 11 años y una persona de 70 años. Es una amplia gama de muchachos con los que contamos en cuanto a edad, pues como agrupación deberíamos de contar con al menos 50 personas" dijo.
Esta Fundación, alberga a personas de diferentes edades, lo contrario al sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, compuesta a nivel nacional por un estimado de 350 mil jóvenes que no deben superar una edad de 30 años.
Para Moncada, hacer música es hacerlo "por amor al arte", pues lamenta que la orquesta no cuente con un soporte económico para pagarles a cada artista.
Ante esto, muchos se han retirado y emigrado a otras naciones en búsqueda de mejores condiciones de vida, mientras que, los que quedan, están dedicados a otros tipo de trabajo, bien sea por horas, o tiempo completo.
"Algunos tocan en orquestas bailables, grupos gaiteros, otros tocan en Colombia, otros aquí, cada uno va matando tigres para poder resolver sus gastos, ya nos estamos en 1983, cuando con el sueldo de la orquesta te podías mantener, y mantener al resto de la familia, eso ya no existe" expresó.
"El éxodo inició en 2013, y hoy día, somos un orquesta filarmónica, no se le paga a los músicos y eso ha tenido realmente una contraparte buena, porque la gente que está allí, asiste porque quiere hacerlo" precisó.
Lamentó la situación de los músicos en Cúcuta, donde tocan en las calles y aguardan por la colaboración de las personas. "Respeto a quienes lo hacen aunque no me gusta, porque si eres músico y tienes una carrera profesional no es justo que caigas en la mendicidad" aseveró Moncada.
Señaló que no reciben ayuda por parte del Estado ni de la empresa privada, sin embargo, la Gobernación del estado Táchira, genera un aporte anual, que se vuelve irrisorio ante los altos índices inflacionarios que registra el país.
"Es más lo que se gasta en copias y papeles que los que no se da para la orquesta" señaló.
Recordó que el Gobierno tiene la obligación de preservar el estado de las instituciones en pro de la educación cultural, "y digo educación porque si queremos tener profesionales en la música, hay que tener buenos profesores, y estos profesores desean tocar en una orquesta, pero, si no hay orquesta ni pago, entonces no tenemos nada" añadió Moncada.
Cuando una nación, se encuentra en conflicto, la prioridad es alimentación y salud, "y sin empezamos a contar eso, el Estado no tiene como pagar el área cultural que es tan importante para el desarrollo de la sociedad" apuntó.
"Una sociedad sin cultura no progresa"
Robert Zambrano, cuenta con 26 años, y toca Oboe. Inició en la música desde los ocho años y pertenece al sistema de Orquestas desde los 17 tocando dicho instrumento.
Para Zambrano, emigrar ha sido una opción que por ahora no quiere tomar, pues consideró que Venezuela "es un país en el cual aún se pueden hacer muchas cosas, y es un momento donde la cultura y la música hay que resaltarla mucho, pues esto se ha perdido gracias a la crisis y por ende, hay que rescatarla".
Fuera de la música, realiza trabajos independientes para poder sobrevivir, "pues no es un secreto para nadie que una persona puede vivir con los ingresos de un trabajo normal, todos deben hacer diversas cosas para tener más dinero".
Ha representando al estado Táchira en Colombia, durante su participación en el Festival Internacional de Boyacá, en 2011, y espera asistir otros eventos fuera del país.
Afirmó que el arte y cultural deben reforzarse, "pues una sociedad sin cultura no puede progresar, pues es allí donde nacen nuestros valores, el rescatar nuestro folklor, y todas esas cosas que hacen que el ser humano se sensibilice y sea un mejor ciudadano" agregó.
Mantener las instituciones musicales
Vilma Vanesa Vega, tiene 37 años, se desempeña en la coordinación de Salud, Protección Estudiantil, Psicología y Orientación, toca fagote. Perteneció a la Sinfónica Simón Bolívar por siete años, y tras 11 de ausencia, retomó su puesto como músico en la Orquesta.
Su presencia en el país, se debe a que "Venezuela está bendecido, sus países, su gastronomía, el clima, la gente, son regalos indispensables para mí que no podía encontrar en otro lugar. Como todos los venezolanos, he puesto de manifiesto la opción de migrar pero no es proyecto, por ahora, pienso quedarme aquí" agregó.
Como artista, el sueldo es insuficiente, pero apuesta por la formación de nuevas generaciones de relevo que enaltezcan al Táchira y sea una oportunidad para surgir en material cultural.
"A pesar del éxodo de tanto talentos que se encuentran lejos de los que permanecemos aquí, tenemos la enorme tarea de mantener en el tiempo las instituciones musicales del Estado" concluyó.
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