La realidad es que tras la jornada escolar los niños y adolescentes se sumergen en un mundo digital sin supervisión

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La realidad es que tras la jornada escolar los niños y adolescentes se sumergen en un mundo digital sin supervisión

 Colegios prohíben uso de celulares, pero el riesgo vive en casa

María Cárdenas | La Prensa del Táchira.- Aunque las normas internas de algunos colegios en San Cristóbal buscan crear un entorno escolar libre de pantallas, educadores y expertos alertan que el verdadero desafío es la supervisión en los hogares, donde los jóvenes tienen acceso ilimitado a internet. 

Distintas instituciones educativas de la ciudad aseguraron que a pesar de tener en sus normas de convivencia las reglas estrictas para evitar el uso de teléfonos celulares en los planteles escolares, la realidad es que tras la jornada escolar, los niños y adolescentes se sumergen en un mundo digital sin supervisión, exponiéndose a riesgos que preocupa a educadores y especialistas. 

Juan García, coordinador de educación media del Colegio José Felix Rivas, explicó que si bien existen los acuerdos o normas que se establecen en cada institución, lo ideal es que los centros educativos trabajen junto a los padres para lograr un cambio significativo en los estudiantes. García asegura que una manera de disminuir el tiempo que pasan los jóvenes en internet, es mediante los horarios y monitoreos. 

"Deben implementarse los controles parentales en los dispositivos electrónicos, para monitorear su estado en internet y a qué tipo de páginas acceden. Además de implementar horarios de uso, para que no pasen muchas horas en las redes sociales o navegando por la web. Tiene que haber un trabajo mancomunado con los padres, ya que no sirve de nada si solo lo aplicamos en los colegios, pero en sus hogares acceden sin supervisión, exponiéndose a riesgos", aseguró García. 

De igual manera Minerva González, subdirectora del Colegio José Félix Rivas, explicó que el trabajo junto a los representantes es fundamental, puesto que ellos como institución intentan orientar a los padres para reducir el consumo de internet y el uso de los celulares de los estudiantes.

Por su parte el psiquiatra Raúl Ordóñez, asegura que "el problema no es el teléfono celular, sino el uso indiscriminado y sin supervisión de internet". También recalca que deben tenerse en cuenta las dinámicas familiares. "Los jóvenes son consecuencia de lo que se cría. Hay una necesidad urgente de que los padres se involucren más en la vida de sus hijos" en cómo usan internet y en la información que consumen.

Ordóñez explicó que la entrega de teléfonos a temprana edad puede traer grandes consecuencias, sobre todo cuando no hay supervisión. "No hay que culpar al celular o al internet, sino señalar la falta de control y supervisión en lo que hacen los jóvenes en las redes".

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