Crédito: MarÃa Cárdenas
La estructura inaugurada en el 2007, que en su momento representó una innovación, se encuentra hoy en total estado de abandono
Crédito: MarÃa Cárdenas
La estructura inaugurada en el 2007, que en su momento representó una innovación y modernización del espacio, se encuentra hoy en total estado de abandono
María Cárdenas | La Prensa del Táchira.- El Faro de La Marina, un monumento que junto al Puente Libertador, es hoy la viva imagen del deterioro. En sus instalaciones se encuentran las ruinas de lo que fue una estación meteorológica importante para la medición del clima en la ciudad.
La estructura inaugurada en el 2007, que en su momento representó una innovación y modernización del espacio, se encuentra hoy en total estado de abandono. De aquel proyecto solo permanece visible la placa de su fundación sobre la estructura.
El meteorólogo Luis Vargas señala que en esta estación se tomaron datos, tanto del municipio San Cristóbal como Cárdenas. "Mientras más número de estaciones existan, se tiene un mejor estudio climatológico", explicó.
Cabe destacar que en la ciudad actualmente solo se encuentra una estación meteorológica en la Avenida Marginal del Torbes, la cual toma datos para el INAMEH.
De espacio recreativo a botadero de basura
El Faro de La Marina se ha convertido en símbolo de la desatención que sufren muchos espacios públicos en la ciudad, dejando en evidencia la necesidad de acciones concretas de recuperación que devuelvan a los ciudadanos los espacios recreativos.
Algunas personas afirman que desde hace varios años no se realiza ningún tipo de mantenimiento al espacio, que en el pasado fue de gran atractivo. La fuente, que en otros tiempos ofrecía un espectáculo de agua, yace completamente vacía; los sistemas eléctricos fueron completamente saqueados, dejando sin luz el lugar.
"Desde hace años que no hacen nada, aquí vienen a botar basura, pero todo está muy abandonado. Acabaron con muchas cosas, no hay luz, los cables se los robaron, esto es una cueva de lobo en las noches", explicó Rafael Méndez.
El deterioro no se limita al monumento principal, los alrededores que incluyen un estacionamiento y una cancha deportiva a unos pocos metros, han sido devorados por la maleza y muchos inconscientes utilizan el lugar como botadero de basura.
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