María Cárdenas | La Prensa del Táchira.- El flujo de remesas hacia Venezuela ha registrado una disminución en el primer semestre del año, lo cual según expertos, podría impactar de manera negativa en el mercado inmobiliario y en el poder adquisitivo de las familias que dependen de estos ingresos.
El economista Aldo Contreras explicó que mientras en el 2024 el país recibió más de 4000 mil millones de dólares en remesas, este año la cifra podría descender a 3500 millones, debido a diferentes factores como la expulsión migratoria y el aumento del costo de vida en países receptores de migrantes venezolanos.
"Las remesas promedian entre 120 y 220 dólares, es lo que envía una persona para sus familias residentes en el país. Esto de algún modo, le da dinamismo a la economía venezolana", aseguró Contreras. Además destacó que el mercado inmobiliario es uno de los que más se beneficia de estos movimientos económicos, "parte del mercado inmobiliario lo mueven estos venezolanos que viven fuera de Venezuela".
Por su parte el analista William Gómez, proyecta una caída más pronunciada, estimando que las remesas no superaran los 2200 millones de dólares este 2025. Explicó que esta reducción impactará directamente en la capacidad de consumo de los ciudadanos. "Esta situación tendrá mayor impacto en la calidad de vida de los venezolanos que dependen de esta ayuda, como los abuelos, los padres o incluso hijos que aún permanecen en el país y se benefician con esa ayuda que viene del exterior por parte de los migrantes venezolanos", aseguró Gómez.
Asimismo Gómez explica que toda esta situación se presenta como desafío para los venezolanos, puesto que las remesas que entran al país no solo benefician al ciudadano común, también a todos los sectores. "Esto es una entrada de dólares al Banco Central de Venezuela que se va a ver reducida, impactando aún más con las restricciones por ingresos petroleros", señaló el analista.
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