Aunque muchos intelectuales de la época la cuestionaron su obra terminó siendo fundamental en la literatura regional

Crédito: Karen Roa

Aunque muchos intelectuales de la época la cuestionaron, su obra terminó siendo fundamental en la literatura regional

 Lolita Robles, la guardiana de la tradición oral del Táchira

María Cárdenas | La Prensa del Táchira.- María de los Dolores Robles de Mora, más conocida como Lolita Robles, es uno de los personajes más emblemáticos de la literatura tachirense. Aunque originaria de Asturias (España), su corazón y obra pertenecen al Táchira, donde dejó una huella imborrable con sus Leyendas del Táchira, textos que marcaron a generaciones y que hoy continúan vivos en la memoria colectiva. 

Nacida el 13 de mayo de 1939 en Asturias, desde muy joven se trasladó a Venezuela. Cursó sus estudios y poco a poco fue formando su vida como educadora; sin embargo, un suceso marcaría para siempre su vida. En 1975, a los 37 años, Lolita sufrió un aparatoso accidente mientras viajaba de Santa Bárbara de Barinas al Táchira. 

Este trágico evento marcó un antes y un después en la vida de la escritora. Lolita perdió la vista y debió abandonar la docencia, para aquel entonces laboraba en el Ciclo Básico Gonzalo Méndez.

Pero la escritora no se detuvo, su espíritu inquebrantable la llevó a estudiar una maestría en Literatura Latinoamericana y del Caribe en la Universidad de los Andes, donde presentó su tesis "Caminos de Leyendas: Tradición oral en el Táchira".

El profesor José Antonio Pulido, cercano a la autora, señala que este accidente fue un punto de inflexión en su vida. Fue entonces cuando comenzó a trabajar en los libros que la inmortalizaron. Mediante autofinanciamiento y a manera de emprendimiento (mucho antes de que se le diera el nombre) Lolita fundó su propia editorial y comenzó con la publicación de las Leyendas del Táchira. 

Lolita Robles fue una pionera en rescatar la tradición oral tachirense, mezclando relatos de espantos, aparecidos y seres del inframundo con historias populares. Aunque muchos intelectuales de la época la cuestionaron, su obra terminó siendo fundamental en la literatura regional. 

Sus libros, que durante un tiempo eran considerados lectura obligatoria en las escuelas, introdujeron a muchos niños en el mundo de la literatura. En cada estante de los hogares tachirenses reposaba un ejemplar de las Leyendas del Táchira. Hoy, a pesar de que su presencia en las aulas ha disminuido considerablemente, sus obras siguen siendo buscadas en puestos de libros en la ciudad. 

Pulido destacó que Lolita no sólo recopiló leyendas locales, sino también adaptó seres mágicos traídos de España, reinventándose en el paisaje tachirense. Así su obra se convirtió en un puente entre dos continentes, el de su tradicional España y el imaginario andino. 

 Aunque Lolita abandonó el plano físico el 30 de julio del 2013, su legado continúa más vivo que nunca, puesto que sus historias siguen fascinando a los lectores. El nombre de Lolita se encuentra marcado con curiosas letras rojas en el Parque Los Escritores, solo a unos metros del terreno que ocupó una de las tantas casas embrujadas protagonistas de sus novelas. 

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