María Cárdenas | La Prensa del Táchira.- En el corazón del Mercado de Capacho Nuevo se alzan imponentes dos guardianes de bronce que han resistido el paso del tiempo, los majestuosos Leones de Capacho. Estas esculturas, fundidas en bronce y de estilo francés, no solo adornan el edificio, sino que también representan uno de los símbolos más emblemáticos del municipio.
El mercado construido entre 1906 y 1907, bajo el gobierno de Cipriano Castro, fue diseñado bajo la influencia de la arquitectura francesa de la época. Los leones, traídos directamente desde Europa, son obra del reconocido fundidor Maurice Denonvilliers, uno de los máximos exponentes de la metalurgia francesa. Con un realismo asombroso, las esculturas reflejan el tamaño y la fiereza de un león verdadero, convirtiéndose en un testimonio artístico de gran valor histórico.
Junto a ellos, en el jardín del mercado, se encuentra una fuente instalada en 1926 en conmemoración de la Batalla de Carabobo, añadiendo otro elemento de relevancia patrimonial al lugar.
Estas piezas, junto con la estructura del mercado, son un legado de la época de Cipriano Castro y un orgullo para los habitantes de la región. Hoy, los Leones de Capacho siguen en su puesto, vigilantes y majestuosos, recordando el esplendor de antaño.
El Mercado de Capacho y sus leones no solo son un atractivo turístico, son también un símbolo de resistencia histórica y artística, digno de preservarse para las futuras generaciones.
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