María Cárdenas | La Prensa del Táchira.- Una celebración terminó en un hecho de sangre cuando un grupo de zapateros protagonizaron una trifulca en la que salieron a relucir armas de fuego, en un conocido bar de San Cristóbal en la noche del 19 de diciembre de 1989.
Iniciada la noche, un grupo de zapateros, todos originarios de Medellín, se encontraban en un popular bar de la ciudad. Antonio celebraba junto a sus compañeros el final de una producción exitosa; sin embargo, en el lugar se presentó un zapatero conocido como "El paisanita" que no guardaba buena relación con Antonio.
Durante la noche Antonio, pasado de tragos, comenzó a discutir con "El paisanita" y terminó por aventarle en la cara un vaso de vidrio lleno de cerveza; eso enfureció al hombre que terminó marchándose del lugar. No obstante, "El paisanita" lleno de furia, buscó a un amigo llamado Miguel y un revólver y volvió horas más tarde al bar para enfrentar a Antonio.
Al llegar, en un principio solo se gritaban unos a otros, sin embargo, poco a poco la violencia comenzó a escalar y cuando todo se salió de control, "El paisanita" sacó su arma de fuego y empezó a disparar. Otro hombre desconocido también sacó un revólver e iniciaron un intercambio de disparos.
Miguel, amigo de "El paisanita" cayó muerto en el sitio tras recibir una bala en el estómago, Antonio resultó muy malherido al ser impactado por un proyectil en el ojo, otro zapatero que intentó intervenir para calmar la discusión fue herido en el muslo mientras que "El paisanita" fue herido en ambos brazos.
Un hermano de Antonio llegó al lugar para auxiliarlo, lo subió a un automóvil con rumbo al Hospital Central; no obstante, a pocos metros del centro asistencial sufrió un aparatoso accidente. Ambos fueron trasladados a emergencias en donde la vida de Antonio milagrosamente fue salvada y su hermano solo tuvo heridas leves. Pocos minutos más tarde arribaron "El paisanita" y el otro zapatero herido, quienes también fueron estabilizados.
Tras el incidente la viuda de Miguel contó a los medios de comunicación, mientras esperaba el cuerpo de su esposo en la Morgue del Hospital Central, que Miguel se encontraba tranquilo en casa cuando de pronto "El paisanita" apareció en su puerta y comento algo Miguel que hizo que este se vistiera y se fuera junto él.
Allegados de "El paisanita" comentaron que hacía pocos meses el hombre había comprado el arma como protección de su negocio, ya que temía ser una víctima de asalto, pero no esperaban que el hombre la usará para intentar asesinar a alguien.
La policía arrestó al "El paisanita" no obstante el otro tirador no fue identificado, por lo cual quedó en libertad.
Los datos de esta historia se encuentran resguardados en la Hemeroteca Estadal "Pedro Pablo Paredes", ubicada en la sede del Liceo Alberto Adriani en San Cristóbal.
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