Artesanos de Lomas Bajas luchan por visibilidad y reconocimiento

María Cárdenas | La Prensa del Táchira.- En muy pocos lugares del estado Táchira la arcilla se maneja como en Lomas Bajas. Este poblado ubicado en Capacho Viejo se ha construido con base en este arte. En diferentes casas se pueden encontrar los tornos en donde se moldea la arcilla y los hornos en donde se hornean los productos finales.

Si bien este lugar tiene un gran atractivo turístico, debido a que en cada hogar se pueden encontrar distintas artesanías, la realidad es que estos artesanos se sienten invisibles. Rosa González de Ruíz de 67 años, quien desde niña realiza este oficio ancestral, explica que con la artesanía ha conseguido levantar su casa y su familia. Señala que a pesar de que son personas humildes y trabajadoras, no son tomadas en cuenta en el turismo, resaltando el mal estado de las vías que alejan mucho a los visitantes. 

"Necesitamos que nos ayuden para poder seguir adelante porque las condiciones de vida de muchas personas en la comunidad no son muy buenas, no tenemos buenas vías, no hay turismo como tal en la zona y no nos toman en cuenta y necesitamos que lo hagan porque este es el tesoro artesanal del Táchira", explicó González de Ruíz. 

Por su parte, Fanny Parada indica que la situación de los artesanos es muy difícil debido a la falta de turistas en la zona,  si bien tienen compradores, las ventas se encuentran muy flojas. Además indica que se siente invisible porque no son tomados en cuenta. 

"Esto es muy duro porque a uno no lo toman en cuenta para nada, a pesar de que somos fundamentales para el turismo con nuestra artesanía, no se fijan en nosotros", señaló Parada.

Por otro lado, los artesanos indican que si bien no hay mucho turismo en Lomas Bajas, aún tienen ventas significativas para mantener sus hogares, indicando que esta tradición pasa de generación en generación y toda la familia contribuye.

 Ronald Nieto, artesano del lugar, explica que en su negocio él se encarga de moldear varias de las piezas en su taller, mientras que su hermana se encarga de cocinarlas. "Mi negocio está frente al taller y mientras me la paso moldeando materos, pero el cocinado lo realiza mi hermana con su horno", indicó.

Cabe destacar que esto es una práctica indígena que ha logrado trascender en el tiempo, manteniéndose en poblaciones como la de Lomas Bajas, en donde familias completas, sin importar su edad, colaboran en la realización de las increíbles artesanías como maceteros, casitas de barro, alcancías o simplemente objetos decorativos. 

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