Esta sencilla técnica que consiste en poner la piel en contacto directo con la superficie terrestre, emerge como una herramienta accesible y poderosa para afrontar los embates emocionales y físicos en tiempos de crisis.
Según el psicólogo, investigaciones provenientes de Estados Unidos han demostrado que incluso un breve contacto de los pies descalzos con la tierra, de tan solo un minuto, puede generar un aumento significativo en los glóbulos blancos, las células clave del sistema inmune. Este hallazgo sugiere que el Earthing podría ser un aliado valioso para reforzar las defensas del organismo en momentos cuando la salud se vuelve una prioridad.
Amaya, quien incorpora el Earthing de forma sensata en su metodología integrativa, la Irenosofía, explica que la conexión directa con la Tierra facilita la transferencia de electrones libres con carga negativa hacia el cuerpo humano. "Estos electrones actúan como potentes antioxidantes, neutralizando los radicales libres asociados al estrés crónico y la inflamación, procesos que pueden debilitar el sistema inmunológico", afirma.
Reducción del estrés a través de la conexión terrestre
En tiempos de crisis, el estrés y la ansiedad pueden alcanzar niveles elevados, impactando negativamente tanto la salud mental como física. El Earthing ofrece una vía natural para contrarrestar estos efectos. Al entrar en contacto con la Tierra, el cuerpo tiende a regular sus niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Estudios han evidenciado una disminución significativa del cortisol en personas que practican regularmente el Earthing, lo que se traduce en una sensación de mayor calma y bienestar, reitera el experto.
Alfonso Amaya, desde su experiencia con la Irenosofía, destaca cómo la simple acción de caminar descalzo sobre superficies naturales seguras, como césped, arena o tierra limpia, puede generar una sensación de arraigo y estabilidad, contrarrestando así la sensación de incertidumbre y desasosiego que a menudo acompaña a las crisis.
Fortalecimiento del sistema inmune con la energía de la Tierra
Además de su impacto en la reducción del estrés, el Earthing se presenta como un potencial aliado para fortalecer el sistema inmunológico. La teoría sugiere que los electrones transferidos desde la Tierra pueden modular la respuesta inmune del cuerpo, ayudando a reducir la inflamación sistémica y optimizando la función de las células inmunitarias, como es el caso de los glóbulos blancos.
El especialista afirma que, si bien se requiere más investigación para comprender completamente los mecanismos involucrados, los hallazgos iniciales son prometedores, especialmente en un contexto, donde mantener un sistema inmunológico robusto es crucial para la salud y el bienestar general de la población.
Recomendaciones para una práctica segura del Earthing
Para aprovechar los beneficios del Earthing de manera segura, Amaya recomienda practicarlo sobre superficies naturales limpias y libres de riesgos como cortes o contaminación. Algunas opciones seguras incluyen:
Césped limpio y sin objetos punzantes.
Arena de playa.
Tierra firme sin residuos peligrosos.
Piedras o arena de río no resbaladiza ni contaminada.
Pisos de cerámica o caico limpios y desinfectados.
En tiempos de incertidumbre, la práctica del Earthing emerge como una estrategia sencilla, accesible y potencialmente poderosa para reducir el estrés y fortalecer el sistema inmunológico, conectando así al ser humano con la energía fundamental de la Tierra para cultivar el bienestar físico y emocional, especialmente en tiempos donde la incertidumbre resulta abrumadora.
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