Francisco Hinojosa / ERL | La Prensa del Táchira.- Un mar de fieles y peregrinos, movidos por una profunda devoción a Jesús El Nazareno, se congregó este Miércoles Santo en los diferentes templos de San Cristóbal para participar en la tradicional misa. En medio de una atmosfera de paz y sosiego, los feligreses, vestidos con la característica túnica morada, testimoniaron los milagros recibidos por el santo patrono, al igual que las promesas cumplidas como símbolo de fe.
Desde tempranas horas de la mañana, personas de todas las edades, desde ancianos hasta niños pequeños acompañados de sus padres, llenaron las iglesias de la ciudad. El ambiente se impregnó de recogimiento y gratitud, con los devotos acudiendo a agradecer los favores y milagros concedidos.
Luís Ramírez, un peregrino de 25 años, compartió su emotivo testimonio: "Yo cuando era niño, estuve muy delicado de salud y mi mamá, en la promesa que le hizo a Jesús El Nazareno, prometió que si yo vivía, yo tendría que venir todos los años a la Catedral de San Cristóbal, y aquí estoy cumpliendo mi promesa todos los años". Ramírez, cuya fe considera cada año más fuerte, aprovechó esta significativa fecha para elevar sus plegarias por la salud de sus seres queridos y aquellos que sufren en los hospitales.
Otra conmovedora historia es la de Belinda Bermúdez, quien con profunda fe relató: "Llevo 16 años, igual que El Nazareno, cargando la cruz en la salud de mi hija, y todos los días le pido a Dios y a la Santísima Virgen que me ayude a no cansarme, a seguir adelante, y así como ejemplo de su madre, tener siempre amor, no solamente para ella sino también para mí". Bermúdez asegura que encuentra en su fe la fortaleza para afrontar la enfermedad de su hija, quien la acompaña en este proceso.
Marilis Parada, otra devota presente en la misa de la Unción de los Enfermos, destacó la esencia de esta jornada.
"En esta misa de la Unción de los Enfermos, la gente está asistiendo para pagar promesas. Esa es la intención de los católicos de nuestro estado Táchira", resaltó y además enfatizó que cada uno de los devotos tiene algo o alguien por quien pedir, una oración, una palabra de aliento por todas aquellas personas que lo necesitan.
Asimismo, Nancy Torres, quien cumple cinco años consecutivos de promesa, expresó su firme fe: "Todos los años me mantengo aferrada a mi fe por la salud de mis hijos. Gracias a Dios todo me ha salido muy bien y los milagros que le he pedido a Jesucristo, me los ha concedido".
Cumplir con las promesas pese a las circunstancias
Conmovida, Amalia Lázaro compartió su testimonio personal y también describió ese sentimiento de fe que la impulsa a visitar a El Nazareno a pesar de sus dolencias.
"Yo he venido a cumplir con El Nazareno, ahorita estoy enferma de un pie, y no había podido venir, pero yo desde mi casa también le he pedido por mi salud. En años anteriores también El Nazareno me hizo muchos milagros y hoy estoy aquí dándole las gracias y pidiéndole también por otras necesidades que tengo". Lázaro recordó cómo su fe la ayudó a superar problemas de nervios en el pasado y confía en que Jesús El Nazareno la ayudará a sobrellevar su actual dolencia.
Finalmente, Giovanna Mora rememoró la profunda tradición familiar de devoción hacia el santo: "Mi familia toda la vida ha sido muy devota de El Nazareno, de hecho cuando yo hice la Primera Comunión, fue la única niña que fui a la iglesia vestida de Nazareno, era una promesa de mi mamá por mi vida y por mi salud. Luego, siendo yo adulta, continúo con la misma devoción junto con mi familia", relató y compartió el milagro de la sanación de su hija, quien superó la Leucemia gracias a su fe y a la Divina Misericordia.
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