Francisco Hinojosa/ERL | La Prensa del Táchira.- A medida que los fieles y peregrinos acuden masivamente a las celebraciones del Miércoles Santo en honor a Jesús El Nazareno, un particular comercio florece en los alrededores de los templos de San Cristóbal: la venta de las tradicionales túnicas púrpura. Estas vestimentas, alusivas a la devoción al Nazareno, son adquiridas por numerosos creyentes para cumplir sus promesas y participar en las ceremonias.
Adriana Ramírez, una comerciante proveniente de Valencia, se dedica anualmente a ofrecer estos artículos religiosos. Con optimismo, señala que el negocio de las túnicas moradas y otros elementos alusivos a la Semana Santa han experimentado una notable recuperación este año, tras los difíciles períodos posteriores a la pandemia del COVID-19.
En su puesto, ofrece una variedad de tallas para damas y caballeros, con precios que oscilan entre 20 mil y 30 mil pesos, dependiendo del tamaño y la calidad de la tela. A pesar de ser una prenda de uso específica para este día, Ramírez asegura que la receptividad de sus ventas ha sido significativa, con casi todas sus existencias agotadas, durante la jornada de este miércoles.
Por otra parte, Yolmaira Santos, con 14 años de experiencia en la venta de estos atuendos, habitualmente atiende su local en el centro de San Cristóbal. Sin embargo, para aprovechar la afluencia de devotos, decidió instalar un punto de venta cerca de la Iglesia de La Ermita. Sus túnicas se ofrecen a un precio único de 25 mil pesos y cuenta con tallas desde la ocho hasta la 16.
Para Andrés Gámez, la venta de túnicas moradas es un emprendimiento familiar. Junto a su esposa, confeccionan las prendas con aproximadamente 20 días de antelación, ofreciendo una amplia gama de tallas, incluso para recién nacidos.
Gámez reconoce que la profunda fe y devoción arraigada en el Táchira, convierte este día en una valiosa oportunidad para obtener ganancias. Sus precios varían entre 15 mil pesos para las tallas más pequeñas y 30 mil pesos para las más grandes. Aunque percibe una disminución en la demanda en comparación con años anteriores, Gámez sostiene que cualquier mercancía no vendida durante esta Semana Santa será almacenada para la temporada del año venidero.
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