María Cárdenas | La Prensa del Táchira.- En el municipio Guásimos, a solo pocos kilómetros del Seminario Diocesano "Santo Tomás de Aquino", se encuentra un lugar poco conocido pero de profunda trascendencia espiritual: la Casa de Oraciones El Sembrador, un lugar que representa el legado de la Madre Carmen Rendiles
Madre Carmen Rendiles, venerada sierva de Jesús, dejó una huella imborrable en la región. En 1954, fundó la casa de las Siervas de Jesús en el Seminario Santos Tomás de Aquino, pero su legado se extendió más allá. En la humilde capilla de El Sembrador se custodia una reliquia de la Madre Carmen: una parte de su cuerpo, que atrae a devotos, aunque el lugar permanece discretamente oculto entre las montañas de Patiecitos. Las religiosas que habitan allí mantienen viva su espiritualidad mediante la adoración eucarística, la confección de ropas clericales y la elaboración de hostias para el sacramento.
Mery de las Mercedes Luque, hermana de las Siervas de Jesús, cuenta que el legado de la Madre Carmen Rendiles está más vivo que nunca en El Sembrador y ella junto al resto de hermanas que habitan el lugar continúan sus prácticas.
Originalmente, este sitio funcionó como un internado para niñas de escasos recursos, pero con el tiempo se transformó en un centro de retiros, donde fieles y religiosos acuden para encuentros con Dios. Desde sus jardines, se aprecia una vista directa hacia el Seminario, recordando el vínculo entre la obra de Madre Carmen y la formación eclesiástica en el Táchira.
A pesar de su importancia, pocos conocen la existencia de este lugar. Su acceso discreto lo ha mantenido alejado del bullicio, conservando un ambiente de recogimiento. Sin embargo, para quienes lo visitan, es un testimonio vivo de cómo el legado de Madre Carmen Rendiles sigue inspirando fe.
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