Al percatarse del hecho, los guardias de seguridad rápidamente llamaron a la Policía Técnica Judicial (PTJ), quienes llegaron al sitio y dieron inicio a las investigaciones, las cuales revelarían un misterioso y horrendo caso.
El informe del forense reveló que la joven había fallecido de un paro cardio-cerebral, tal vez inducido por sustancias tóxicas. A pocos días de dar inicio a la investigación los oficiales consiguieron identificar a la víctima, se trataba de una joven enfermera llamada L. de M. que llevaba algunos días desaparecida. Según familiares, la mujer casada y madre de una pequeña niña, se iba a reunir con un ingeniero y "parapsicólogo" amigo de la pareja.
Con esta información, los oficiales comenzaron la búsqueda de J. M,, quien al parecer fue la última persona que vio con vida a la joven enfermera. Las investigaciones llevaron a un hotel fuera de la ciudad en donde, al parecer el sábado antes de la muerte de la joven, ambos se encontraron. El gerente del hotel contó a los oficiales que ambos habían pasado la noche en el lugar y en un punto de la madrugada, el hombre le pidió el favor de ayudarle con el cuerpo de la mujer que, según el ingeniero, se encontraba con vida y debía llevarla a un centro asistencial.
Los hechos
Con la PTJ tras su pista, al hombre no le quedó más remedio que entregarse y con sus declaraciones, más las del esposo de la enfermera se supo toda la verdad. Al parecer, el matrimonio se encontraba pasando un mal momento como pareja, por lo cual ambos decidieron buscar ayuda. Unos conocidos les recomendaron al ingeniero, quien además era parapsicólogo. Al parecer era un hombre encantador y muy manipulador y convenció a la pareja que sus problemas eran el resultado de posesiones demoníacas. En primera instancia de que solo el esposo era quien tenía estos problemas, pero al pasar de los días señaló que la enfermera también era víctima de estas misteriosas entidades.
El hombre celebraba con la pareja extraños rituales de exorcismo en hoteles alejados de la ciudad; algunas reuniones eran los tres juntos y otras solo con alguno de los esposos. El viernes antes de la muerte de la enfermera, el hombre canceló su cita y la reprogramó al día siguiente, al parecer usaba sustancias ilícitas en la ingenua pareja cuando realizaba estos misteriosos rituales y aquella fatídica noche al parecer se excedió con la dosis que inyectó a la enfermera, provocando una muerte por sobredosis. Este la desnudo para intentar ocultar pruebas de su relación con su muerte y la abandonó en la entrada de la clínica.
Familiares de la mujer temían que por ser un hombre adinerado, pudiera salir libre de la cárcel; sin embargo, el ingeniero / parapsicólogo finalmente fue llevado a juicio y declarado culpable por la muerte de la enfermera.
Los datos de esta historia se encuentran resguardados en la Hemeroteca Estadal "Pedro Pablo Paredes", ubicada en la sede del Liceo Alberto Adriani en San Cristóbal.
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