Bajas ventas obliga artesanos a diversificar sus negocios

María Cárdenas | La Prensa del Táchira.- Frente a la caída en las ventas de sus productos tradicionales, los artesanos de El Abejal de Palmira, han tenido que reinventarse y diversificar sus actividades económicas para mantener sus ingresos. 

La falta de clientes los ha llevado a explorar nuevas alternativas, desde la venta de alimentos hasta la venta de ropa, en un esfuerzo por mantenerse en el negocio. En los pasillos del Centro Artesanal no solo se pueden encontrar con las típicas artesanías de barro y arcilla, cestería, sino también carpintería, bisutería, zapatería, entre otros.

"Esto está muy fuerte, las personas casi no vienen a comprar, algunas veces que vienen!pero solo a mirar y pocos son los que compran. Aquí en este negocio nos dedicamos a la venta de muñecas de trapo y pues, yo he implementado la venta de ropa, bolsos, vestidos, pijamas y accesorios que yo misma confeccionó para intentar darle a los clientes otras opciones", explicó Laura Lineros. 

Por su parte Mercedes de Melgarejo explicó que "muchos artesanos intentamos mantener los locales abiertos y hacer el esfuerzo a pesar de que no son muchos los clientes que vienen y yo vendo artículos de barro y cerámica pero también ofrezco accesorios y esos se venden bien".

Esperanza Mora, quien se dedica a la pintura además de vender su arte, también se ha expandido a vender ella misma los frascos de pigmentos y así ampliar su negocio, ya que otros artesanos también las utilizan. "Todo es constancia y seguir luchando, yo vendo mi arte y también vendo las pinturas porque aquí mucha gente trabaja con eso", indicó.

Cristina Cáceres, quien junto a su esposo se dedica a la venta de hamacas y artículos tejidos, han buscado la manera de atraer más clientela confeccionando diferentes artículos con el tejido, ya que no solo se limitan a los chinchorros o hamacas, sino también realizan zapatos, bufandas, bolsos e incluso personajes populares de caricatura. "Yo llevo 20 años en esto, mi esposo sí es artesano desde que nació y pues hacemos de todo lo que se pueda tejido para así tener más variedad", indicó. 

Otros artesanos además de vender sus artículos tradicionales se dedican a la venta de repostería y caramelería para poder solventar. "Esto está duro, pero siempre buscamos cómo salir adelante, yo vendo, además de artículos de madera, repostería", explicó una de las artesanas. 

Ángel Tobías, zapatero desde hace más de 40 años, tiene su taller en el centro en donde confecciona él mismo el calzado, si bien señala que a lo largo de los años ha conseguido acumular una clientela que lo ayuda a mantener el negocio se ha tenido que expandir y actualmente además de hacer calzado también confecciona bolsos. "Yo tengo a mi clientela, pero también uno busca cómo seguir activo y actualmente también estoy realizando morrales porque hay gente que busca mucho eso", señaló.

Cabe destacar que a pesar de la baja afluencia de personas que tiene el Centro Artesanal, sus artesanos explican que ellos se mantienen constantes en sus locales. "Este centro artesanal está abierto toda la semana, ya son pocos los compradores que vienen, pero igual nosotros venimos y nos mantenemos activos, vendiendo de todo un poco, porque la situación está difícil", señaló Lourdes Chacón.

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