Las nuevas generaciones conocen este sitio como un gran estacionamiento que dejó de funcionar, pero la realidad es que sobre estos terrenos existió el Colegio La Salle, una institución que en otrora contaba con un nivel de enseñanza superior y una infraestructura muy adelantada y moderna para su época, con amplias e iluminadas aulas y amplísimos patios internos típicos de la época colonial.
Según datos suministrados por el Cronista Luis Hernández, el Colegio La Salle fue fundado en 1932 y se encontraba ubicado originalmente en la manzana del viejo Palacio Episcopal del Obispo Tomás Antonio Sanmiguel, donde hoy día se encuentra la sede del REDI, muy cerca del Museo Mavet y la antigua sede del Banco Táchira, a orillas de la 5ta Avenida.
Hernández comenta que mucho antes de construirse la estructura que albergaría al estudiantado del Colegio La Salle en la calle 12, los terrenos de la manzana pertenecieron a un rico cafetalero de finales del siglo XIX que se llamó José Antonio Guerrero, quien construyó una gran quinta colonial "de esas quintas que demostraban la riqueza de ciertos personajes en ese momento", relata.
En antaño, tener una quinta en la carrera 12 de San Cristóbal denotaba poderío y riqueza, tanto así que para los años 1895 y 1896, la revista cultural "El Cojo Ilustrado" publica una fotografía de la imponente y llamativa mansión.
Ya para el año 1913, el acaudalado cafetalero decide irse a vivir a Caracas en donde permaneció sus últimos días de vida. Lo cierto es que, para 1945, Los hermanos Cristianos La Salle, adquirieron la licencia del terreno en el que dieron marcha a una gran construcción que días más tarde dio lugar a la gran estructura del Colegio La Salle, justo en ese sitio donde alguna vez estuvo ubicada la gran Quinta Guerrero de la que poco se sabe el momento de su demolición.
La institución funcionó en este recinto durante 38 años y ya para el año 1970, Jaime Saenz Velazco, quien fuera director del Colegio, comunica sobre el cierre definitivo, decisión que previamente fue tomada desde otras instancias en la capital.
El 14 de junio de ese mismo año el anuncio del cierre conmociona a las diferentes elites sociales de la ciudad y el estado Táchira, ya que la institución gozaba de prestigio y trayectoria en la formación de varias generaciones durante décadas.
El recinto que permaneció cerrado durante cinco años, abrió sus puertas nuevamente para funcionar como la sede del Ciclo Básico Táchira hasta la década de los 90. El mismo cronista Luís Hernández, relata con propiedad y describe las instalaciones como un gran patio con un edificio cómodo y con grandes y espaciosas aulas.
Desde ese entonces el edificio quedó totalmente sólo y abandonado y los lotes pasaron a manos de Fernando Belandria, un prestigioso visionario muy conocido en la entidad tachirense que tenía planteada la construcción de un complejo de edificios modernos de la misma talla de otras obras de su autoría como La Alameda y el Centro Comercial El Pinal.
Finalmente se desconocen los pormenores de la cancelación del proyecto, hoy por hoy, el lugar permanece clausurado después de haber funcionado como estacionamiento por varios años y aunque aún se conservan parte de las pilastras de la pared perimetral, así como su entrada, el lugar se encuentra lleno de maleza y según habitantes de la zona, el sitio funge como refugio para maleantes e inadaptados.
Descarga nuestra app aquí o escanea el código QR