Corran que hay explosivos habrían sido las palabras del hombre antes de huir junto con un cómplice

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Corran que hay explosivos", habrían sido las palabras del hombre antes de huir junto con un cómplice

Hombre vestido de mujer dejó el carrobomba en el peaje 

Agencias | La Prensa del Táchira.- El peaje de Villa del Rosario, ubicado por la Autopista Internacional, se convirtió en el foco de un ataque terrorista en la noche del miércoles. Testigos del hecho aseguran que un hombre que vestiría con ropa de mujer, llegó en el carro, de placa venezolana, se estaciono en la mitad del peaje y se bajó.

"Corran que hay explosivos", habrían sido las palabras del hombre antes de huir junto con un cómplice en una motocicleta Bera Socialista,  roja.

"Tenía las características de una femenina y llevaba puesta una falda, pero después logramos identificar que era un hombre. Él se baja, sale corriendo, luego se devuelve porque algo se le queda dentro del vehículo, y después se vuelve a ir", comentó la fuente.

Pasó un corto tiempo tras el abandono del vehículo pues, incluso, hasta un conductor de servicio público alcanzó a alertar sobre el carrobomba. A través de un audio el hombre dijo: "Acaban de dejar un carrobomba aquí en el peaje, pero parece que no lo detonaron, pero ahí lo dejaron". Segundos más tarde explotó.

El ataque terrorista dejó completamente destruidas las instalaciones, cinco personas heridas por esquirlas y pánico en toda el área metropolitana.

Al cierre de esta edición, las autoridades no habían logrado establecer el peso de la carga explosiva ni la marca que se utilizó, lo que sí sabían era que se trataba de una de alto poder.

El primer ataque: ¿un despiste?

Minutos antes de la explocion en el peaje ocurrió un ataque, eran las 10:50 de la noche cuando la tranquilidad en Villa del Rosario fue interrumpida, sobretodo, en inmediaciones del Comando de Atención Inmediata (CAI) Templo Histórico, en donde se dio el primer atentado terrorista.

A esa hora, un uniformado adscrito a esa unidad se encontraba afuera de las instalaciones, sentado junto a un árbol, en donde siempre permanecía.

En ese momento, el policía alcanzó a observar más de diez hombres que vestían ropa negra y todos tendrían unos 'trapos' en la cabeza.

Según la información, estas personas habrían empezado a disparar en contra del CAI por lo que el uniformado salió corriendo hacia un conjunto cerrado que está a escasos metros del lugar, pidiéndole al vigilante que lo dejara ingresar para resguardarse en una de las viviendas.

Estando adentro, se escuchó la detonación de un artefacto explosivo improvisado. Las autoridades confirmaron que el elemento había sido arrojado por esos mismos hombres que dispararon en repetidas oportunidades con armas de largo alcance.

Tan pronto las unidades de la Policía Metropolitana fueron alertadas sobre lo sucedido, desplegaron todo el personal hacia ese sector para verificar los daños y el estado del uniformado.

Al llegar se encontraron con que el CAI quedó reducido a escombros y su compañero estaba sano y salvo.

Aunque las autoridades aseguraron que no se habían registrado más que daños materiales en ese primer ataque, en las últimas horas se conoció que una mujer que se movilizaba en su vehículo por el lugar, había resultado herida y trasladada hasta un centro asistencial en donde permanece bajo pronóstico reservado.

"El policía en su trayectoria ha sido muy acucioso porque conocimos que él nunca presta el servicio dentro de las instalaciones sino fuera de ellas. Haber actuado de esa manera le salvó la vida", comentó una fuente judicial.

Distrito La Parada

Unos quince minutos más tarde, en la construcción de las nuevas instalaciones del Distrito de Policía en La Parada, también de Villa del Rosario, varios hombres llegaron a bordo de un vehículo, descendieron del mismo e instalaron cinco cargas explosivas en el lugar.

Según las autoridades, eran algunos cilindros y cajas que fueron ubicados en las bases de la obra. Luego, tres de ellas detonaron.

Las explosiones provocaron algunos daños en la infraestructura y dejó sin luz el sector, por varias horas.

Al parecer, los hombres habrían cruzado la frontera entre Colombia y Venezuela por los pasos informales que, se presume, deberían estar siendo custodiados por el Ejército Nacional, para perpetrar el ataque. Después, regresaron al vecino país para resguardarse.

Al día siguiente, la mañana del jueves, el Grupo Antiexplosivos de la Mecuc se encargó de detonar de manera controlada, las otras dos cargas restantes.

Las autoridades confirmaron que allí se usó amonal, un explosivo fabricado con una mezcla de nitrato amoníaco y polvo de aluminio. Según la fuente, cada uno de los paquetes tendría por lo menos 60 kilos en su interior.

Un último atentado

Cuando todo parecía indicar que la secuencia de ataques ya había cesado, a eso de las 5:35 de la mañana de ayer, otra explosión se dio en el CAI San Rafael de Cúcuta.

Tal parece que varios hombres armados instalaron una carga en la infraestructura, pero no la detonaron de manera inmediata.

Fue cuando el subintendente Jonathan Alexander Fuente Jiménez llegó al lugar en aras de hacer un cambio de una batería, que la carga explotó.

Las esquirlas le provocaron heridas en su abdomen, tórax, manos, piernas y pie derecho, que lo dejaron gravemente herido.

El uniformado fue trasladado rápidamente hasta una clínica de la ciudad en donde permanece bajo pronóstico reservado.

Otras amenazas

Durante el jueves se dieron a conocer varias amenazas en distintos puntos del área metropolitana de Cúcuta. Una motocicleta, un vehículo y un bolso, causaron temor y zozobra en La Parada, barrio Circunvalación y el centro de Cúcuta.

Sin embargo, luego de realizar las respectivas verificaciones, las autoridades lograron descartar que se tratara de explosivos.

Fuente informativa: La Opinión 

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