María Cárdenas | La Prensa del Táchira.- Durante buena parte del siglo pasado, en San Cristóbal existían una gran cantidad de cines ubicados en diferentes puntos de la ciudad. Algunos de estos espacios, testigos de innumerables historias y emociones, han sido transformados en iglesias cristianas, depósitos, autolavados o simplemente se han desvanecido por completo, perdiendo su estructura original y convirtiéndose en tiendas o estacionamientos.
La desaparición de estos emblemáticos cines ha dejado una profunda huella en la memoria de los tachirenses que, a pesar de los años, recuerdan con nostalgia aquellos tiempos en que los cines representaban algo más que solo ver una película. Pocos recuerdan que en la carrera 4 con la calle 6 fue construido el primer cine de la ciudad, el Teatro Garbiras, el cual fue demolido en los años 50; sin embargo a pesar de su desaparición muchos cines surgieron como Cine Concordia, cuya plaza con capacidad para 500 personas se inauguró en 1949, actualmente su fachada ha sufrido pocos cambios y en él se congregan seguidores de una iglesia.
"El Cine Concordia era muy bonito, yo vi muchas películas ahí, sobre todo de Cantinflas. Es triste cómo cambia la ciudad y esos lugares que fueron importantes para uno, solo quedan en los recuerdos", señaló José Gonzalez.
Cinelandia, cuya fachada recuerda la decadencia del séptimo arte en la ciudad, era uno de los teatros más populares y concurridos. Abierto en 1969 y cerrado durante la década de los 90, fue uno de los cines de referencia de los ciudadanos que disfrutaban las películas en sus salas; sin embargo el teatro no pudo escapar de la decadencia y tras cerrar sus puertas ha funcionado como venta de verduras y sede de una iglesia cristiana. "Cinelandia fue uno de los mejores cines de la ciudad, viví los mejores momentos de mi vida trabajando en sus salas, a la gente le gustaba mucho venir porque las películas eran un acontecimiento, no como ahorita, en esos tiempos era diferente", explicó Juan Francisco Blanco, extrabajador del teatro.
Los autocines en la ciudad también eran muy populares, como El Palermo y el que se ubicaba en la parte alta de ciudad, era sitios especiales para los ciudadanos. "En los 80 era toda una experiencia ir al cine, era muy distinto a como es hoy en día porque era muy emocionante, yo llegué a ir a varios cines de la ciudad Cinelandia, La Concordia, Cinema 5, Cine Avenida e inclusive a los autocines como el Palermo, para poder ir, recuerdo que tuve que pedir prestado un vehículo porque yo no tenía" señaló Alberto Ruiz.
Con el paso de los años la magia de los cines en la ciudad se fue desvaneciendo. La llegada de nuevas tecnologías, como los sistemas de cine en casa y las plataformas de streaming, ofrecieron alternativas más cómodas y accesibles para ver películas. Los cines, poco a poco, fueron perdiendo su público y su rentabilidad.
El Cine Plaza estaba ubicado en La Concordia y ahora funciona como depósito; de su sala solo quedan las bases en donde iba la pantalla. De Cinema 5 en la Quinta Avenida, entre calles 4 y 5, a pesar de que el edificio se mantiene, no hay muchas referencias de que alguna vez hubo cine; pero quienes visitan sus salas lo recuerdan. Otros fueron completamente olvidados, como el Cine Primero de Mayo en Puente Real o los cines que se ubicabas en el Centro El Samán y el Centro Lido.
Para los primeros años de la década de 2000, la mayoría de los cines de la ciudad ya habían cerrado sus puertas. La llegada del Centro Comercial Sambil fue el golpe de gracia para muchos de ellos, como el mítico Cine Avenida, que estuvo activo desde 1967; dejando solo a El Teatro Pirineos, como el último de aquellos cines de antaño, no obstante a pesar de mantenerse funcionando las últimas dos décadas, la pandemia de COVID-19 aceleró su cierre definitivo en 2021, quedando la ciudad sin salas de cine.
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