Cuatro disparos rompieron la calma de la calle 9 de Rubio durante el mes de julio de 1980

Crédito: Karen Roa

Cuatro disparos rompieron la calma de la calle 9 de Rubio durante el mes de julio de 1980

La historia de un crimen familiar que sacudió a Rubio en 1980

María Cárdenas | La Prensa del Táchira.- El barrio La Flores de Rubio, un sitio tranquilo y lleno de calma, quedó consternado tras los crudos sucesos de la noche del 26 de junio de 1980, cuando un esposo no pudo más con los celos y llevó a su matrimonio a un desenlace fatal.

Cuatro disparos rompieron la calma de la calle 9 del sector, los vecinos atónitos no tenían idea de lo que había pasado hasta que escucharon los desgarradores gritos de María Pérez, quien herida de bala, lloraba la muerte de su hija de 20 años. Rápidamente, los vecinos alertaron a los cuerpos de seguridad que, al llegar al lugar, se encontraron con la trágica escena: sobre un gran charco de sangre reposaba el cuerpo sin vida de una mujer. Su madre herida lloraba a su lado y a pocos metros un hombre se desangraba. 

Los oficiales trasladaron a los heridos al Hospital Central, en donde los médicos poco pudieron hacer por salvarle la vida a José Barrios, esposo de Elena Gutiérrez, la dama sin vida en la vivienda. Ante esto, los oficiales interrogaron a Pérez, quien presenció toda la escena.

Barrios de 25 años había contraído matrimonio con Gutiérrez, quien era unos años menor que él. El matrimonio aparentemente feliz, había concebido dos hijos; sin embargo la actitud de Barrios fue cambiando poco a poco, el hombre comenzó a tornarse violento y desarrollar celos obsesivos por su esposa. Cualquier tema terminaba en discusión, cosa que fue rompiendo la relación de la pareja. 

Los hechos

Tras una pelea y debido a la edad de los pequeños hijos de la pareja, Gutiérrez llamó a su madre para que la acompañara, sin saber que aquella noche su destino le deparaba un trágico final. Mientras la mujer se encontraba en su hogar compartiendo con su madre, de manera sorpresiva, Barrios se apareció, con actitud violenta, realizando acusaciones contra su esposa. La mujer intentó mediar sin ningún éxito y al final comenzaron a discutir de manera acalorada. 

El hombre, sin dar ninguna señal de aviso, desenfundó un revolver del cual nadie sabía de su existencia y apuntó a la mujer y sin darle oportunidad alguna, accionó el arma en dos ocasiones, sin importarle que sus dos pequeños hijos se encontrarán en la habitación contigua. Tras los disparos, Pérez salió en auxilio de su hija; sin embargo, Barrios dirigió el arma hacia ella y le propinó un disparo que por fortuna impactó en el brazo izquierdo de la mujer. 

Al ver la escena, Barrios quedó petrificado y temiendo a las consecuencias de sus actos, accionó el revólver en su cabeza, no obstante no consiguió su objetivo de manera inmediata, viviendo varias horas más hasta alcanzar la muerte en el Hospital Central.

Los datos de esta historia se encuentran resguardados en la Hemeroteca Estadal "Pedro Pablo Paredes", ubicada en la sede del Liceo Alberto Adriani en San Cristóbal.

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