Joycel Arellano| La Prensa Táchira.- Un concurrido cine que fue un emblemático punto de encuentro y entretenimiento en la ciudad, con el pasar del tiempo se transformó en un autolavado del mismo nombre, hoy en día permanece en la esquina noreste de la calle 10 con carrera 17 de Barrio Obrero.
Su fachada deteriorada aún conserva los colores azul y marrón que lo caracterizaban, además de su pantalla en la parte interior de la edificación, como un recuerdo de la vida social tachirense en los años 50.
Algunos de los que viven en la zona tienen recuerdos del lugar, señalan que al principio se trataba de un cine donde toda la familia podía asistir para recrearse, además era un espacio grande, con unas butacas de madera al aire libre, recuerdan que las películas mexicanas eran las de mayor proyección en la sala.
Entre las historias que se escuchan sobre el cine San Carlos predomina el hecho de que algunos muchachos, los más osados, solían treparse en el árbol que se encuentra aledaño al local para así ver las películas de manera gratuita; constantemente eran corridos por la policía hasta que en octubre de 1964, una tragedia desembocó en la muerte de un niño a causa de las fracturas producidas al caer del árbol.
Legado
Aunque el cine San Carlos ya no funciona, su legado es parte de la memoria del colectivo tachirense. Hugo Peña recuerda que cuando tenía 10 años, solía ir con su padre al cine, actualmente tiene 78 años. "Eso fue en la épocas de oro, era muy concurrido, nosotros pagábamos la entrada a locha"
"Yo entré ahí, cuando yo fui la entrada costaba 2 bolívares, ahí todavía está la pantalla al fondo, habían puras butaquitas de madera, luego de un tiempo entraban solo hombres porque pasaban cine para adultos. En un momento funcionó por la entrada del frente una venta de pasteles que duró poco. En aquel tiempo estaba el San Carlos y el Pirineos recuerdo" aseguró Wilmer Aparicio
Griselda Álvarez señala que ella era muy pequeña pero veía que siempre acudía mucha gente. "Los muchachos se subían al árbol a ver las películas, pero luego del accidente no lo hicieron más. Cuando el cine cerró yo tenía 17 años".
Por su parte Luis Hernández, cronista de la ciudad, reseña que el Cine San Carlos fue puesto en servicio el 8 de septiembre de 1939, en ese momento se presentó la película "Alpargatas contra Pumpas" de la Universal, siendo muy importante y notorio en los años 50 del siglo XX.
Hernández afirma que para los años 70 comenzó su decaimiento hasta quedar convertido en un sitio para lavar vehículos que aún permanece.
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