Francisco Hinojosa | La Prensa del Táchira.- Desde muy temprano, mientras la quinta y séptima avenida del centro de San Cristóbal sucumben entre el bullicio y el tráfico que enmarca el inicio de la jornada capitalina, en algunos pequeños establecimientos sus propietarios comienzan la faena matutina, ordenando sobre mesones y estantes, una gran cantidad de libros de diferentes épocas, tamaños, colores y autores que están a la orden de lectores, estudiantes y profesionales, quienes ojean pacienzudamente entre cada una de las páginas.
Gerson Bautista se ha dedicado a la venta de libros nuevos y usados desde hace aproximadamente 48 años, comenta que el olor de los libros es un aroma que se ha mantenido impregnado en su kiosco al pasar de las décadas.
Afirma que desde sus inicios la compra y venta de libros, tanto nuevos como de segunda mano, se ha convertido en su principal fuente de ingresos, y aunque asegura que las ventas no son como antes, mantiene su postura en que el tachirense por naturaleza es un fiel y asiduo lector.
"Aquí se consiguen libros de todo tipo, desde literatura clásica, poesía, historia y crecimiento personal, hasta libros de texto escolares, académicos y universitarios", añadió y también explicó que ante la ausencia de librerías en la ciudad, los lectores, en especial estudiantes de Medicina e Ingeniería solicitan bajo pedido algunos libros que no tienen existencia o se encuentran descontinuados.
Destacó también que en el Táchira, los estudiantes de Comunicación Social, así como los poetas y escritores de las distintas generaciones, son según su criterio- los clientes y compradores más regulares en sus 48 años al servicio.
Sostiene que el precio de los libros nuevos siempre ha sido alto, razón por la que muchos acuden a su puesto, ya que estos mismos libros se pueden conseguir allí a precios solidarios. "Los libros de segunda, que por alguna razón vienen con algún defecto poco significante, aquí se pueden conseguir mucho más baratos, porque en las librerías a veces no hay existencia o los precios pasan los 50 mil pesos", acotó.
En uno de los costados de la Plaza Bolívar, otro kiosco que se mantiene desde hace aproximadamente 30 años, ofrece una amplia variedad de categorías en libros, algunos de ellos forman parte de editoriales que actualmente se extinguieron, pero con un preciado y valioso contenido para muchos lectores.
Según su encargada, las novelas literarias como La Tragicomedia, Romeo y Julieta, y otras obras clásicas de autores regionales como las Leyendas del Táchira, se pueden encontrar en este puesto, en su mayoría libros usados que han pasado de generación en generación y que por circunstancias de la vida terminan en su anaquel.
Unas cuadras antes, en pleno corazón de la quinta avenida, Isis Rivera, se mantiene frente al puesto de libros que su padre fundó hace 42 años. Comenta que las obras más solicitadas por los lectores son las novelas románticas, libros de crecimiento personal y pasatiempos.
Considera también que el puesto de libros, si bien las ventas no son consecuentes, al menos significan para ella y su familia, una entrada diaria que asegura su sustento.
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