Crédito: Foto cortesía

Con agua de lluvia cocinan vecinos de Michelena

"Hace más de año y medio tenemos muchos problemas con el agua. Nos ha tocado cocinar con agua de lluvia", relata Arnaldo Ramírez, residente del sector Ayacucho del municipio Michelena.

Residenciado en la carrera siete, entre calles dos y tres de referido sector, Ramírez, indica que pasan hasta quince días sin agua, y las veces que el servicio se restituye no dura más de 2 horas un solo día de la semana

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"Aquí aprovechan los que tienen tanques subterráneos y motobomba, porque el agua que me llega al tanque aéreo es ínfima, ni 50 litros", lamenta. 

La situación crítica que afecta esta zona obliga a los vecinos a contratar camiones cisterna privados que cobran entre 10 mil y 30 mil pesos colombianos

No obstante, no todos están en la posibilidad de acceder a este servicio. Ramírez advierte que logra sortear la situación "porque cerca de nosotros está la casa de la abuela y ahí tenemos un tanque y buscamos agua". 

Esta situación le afecta dramáticamente, pues padece de una infección que requiere constante limpieza, pero por la falta de agua, no puede cuidarse la herida como debiera

Sin ninguna respuesta 

Ni Hidrosuroeste, ni el Consejo Comunal, ni la alcaldía del municipio hacen nada para solventar el problema, del cual Arnaldo Ramírez desconoce el origen. 

"Nos hemos acercado al consejo comunal y quedaron en redactar una carta para llevarla al encargado de Hidrosuroeste, pero eso quedó así", advierte. 

Ramírez agrega que "no hay nadie encargado o responsable de eso aquí. Hidrosuroeste tiene varios camiones repartiendo agua, pero tampoco hay un cronograma para uno saber qué días viene". 

Afirmó que las veces que avista un camión de la empresa encargada del suministro de agua, se acerca a pedir asistencia, pero la repuesta es que no pueden salirse de la ruta sin permiso "de la ingeniero o la alcaldía". 

Vecinos del sector exigen que el servicio sea restituido, por lo menos, medio día completo o dos días seguidos en aras de poder aprovisionarse y no depender de servicios privados ni de favores. 

Manuela Reyes / La Prensa del Táchira 

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