Redacción | La Prensa Táchira.- Años de historia se reúnen en una empinada calle de piedra que fue ícono en los inicios de la capital tachirense. Este fue el lugar que pisó el Libertador en su primera visita a San Cristóbal y desde entonces fue considerado un punto de referencia dentro de la historia.
La Cuesta de Filisco, como se le conoce actualmente, era una simple cuesta de cemento, no tenía mayor arreglo arquitectónico, pero estaba ubicada prácticamente en la entrada de San Cristóbal, y es una de las obras más antiguas de la ciudad. Para el 16 de abril de 1813 ya esta cuesta existía pues, según la historia a principios de ese mismo año fue construida.
Su nombre hace alusión a un filósofo griego llamado Filisco, quien era apóstol y siempre estuvo relacionado con la filosofía e historia. Para la época en la que fue construida esta calle, los textos de este griego eran sonados, por lo que el nombre de la cuesta se relaciona con él, y la historia cuenta que los gobernantes de ese momento decidieron colocarle ese nombre; sin embargo, en los papeles históricos no está determinado con exactitud el verdadero origen de su nombre.
En este sitio, durante la década de los ochenta del siglo XIX, se construyó también un muro, mejor conocido como "el muro de la esquina Filisco", el cual está ubicado en toda la esquina. En este punto de la cuesta se encuentra la placa que enmarca el documento leído durante la visita de Bolívar en 1813, desde entonces dicha placa ha permanecido en el lugar y ha dado auge a este punto.
Por otra parte, en las actuales instalaciones de la Policía Municipal funcionaba el matadero, lugar donde se sacrificaban a los animales para luego ser comercializados. Por la Cuesta de Filisco eran trasladados estos animales vivos para ser llevados al matadero, pero más de una vez estas grandes y pesadas reses no podían ser dominadas por los campesinos que las llevaban, pues los mismos eran dominados por las fuerzas de los animales, que salían corriendo calle abajo por esta cuesta sin control alguno.
Remodelación
El ingeniero Teófilo Cárdenas Ortiz cumplía labores como primera autoridad municipal en San Cristóbal, su período de gestión fue desde 1968 hasta 1969, pero durante este corto gobierno remodeló la Cuesta de Filisco.
Esta calle era sólo tierra y cemento, no había tenido ningún tipo de remodelación, su estructura se conservaba colonial y descuidada desde 1813. Cárdenas Ortiz se puso como meta arreglar esta edificación y en 1968 se le colocaron las piedras que hoy se conocen, y se arregló la vía para que los vehículos pudieran pasar cómodamente, a pesar de que con los años se ha ido deteriorando.
Lo que la marcó
Era alrededor de las cinco de la tarde del 16 de abril de 1813, cuando transcurría un cálido Jueves Santo, ahí fue cuando el Libertador pisó por primera vez suelo tachirense acompañado de figuras que formaban parte de la Campaña Admirable, ese momento fue lo que marcó a la cuesta.
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