Historias de resistencia y ríos de preocupación en comunidades 

Marlyn Pernia | LA PRENSA DEL TÁCHIRA.- Isamar Salas se niega abandonar su vivienda en el sector 8 de diciembre, recuerda como hace 10 años su casa no estaba a orillas de la quebrada la Bermeja, pues era símbolo de su esfuerzo tener donde llegar a descansar con su hijo. Ella junto a su pequeño forman parte de una de las familias más afectadas, debido a que el terreno se ha movido o deslizado, producto de las vaguadas y hoy se encuentra en zona roja.

La casa que tiene dos habitaciones, una sala, cocina y un baño, está construida en una zona de riesgo; y desde hace 3 años, durante las noches y en días de lluvia, se refugia en la vivienda de su hermana. "No es lo mismo, pues es mi hogar construido con mucho sacrificio".

Allí mismo la familia de Héctor Mora, hace poco fueron llamados a ser desalojados y otras tantas viviendas, pero contaron que la única manera para desalojar es que puedan ser beneficiados con una vivienda por las autoridades o cualquier otro organismo, pero no quieren ser reubicados a refugios improvisados, sino que esperan que le asignen una vivienda para su familia.

"Han hecho visitas el Instituto Nacional de la Vivienda (INAVI) y la alcaldía de San Cristóbal, nos anotaron para optar por una vivienda, pero de no ser reubicados no nos iremos de nuestras casas, no tenemos a donde ir".

Dice Héctor que viven a diario con preocupación porque no saben qué día las lluvias puedan derrumbar su vivienda. "La quebrada pueda causar estragos y dejarnos sin hogar en poco tiempo". Con preocupación expresa que durante las noches de lluvia duermen con un ojo abierto y otro cerrado, pues permanecen en alerta para resguardar sus vidas y si es el caso, salvar algunas pertenencias.

Hace unos meses en la zona de Brisas del Paraíso y la Cuesta del Trapiche, algunas familias tuvieron que desalojar de emergencia, ya que la crecida del río Torbes derrumbó las viviendas, llevándose techos, ventanas y algunas de sus pertenencias, comenta la habitante Irene Gómez.

"A lo largo de los años, en las diferentes vaguadas, las familias salen huyendo sin poder ser reubicados por las autoridades del estado. Dos familias damnificadas les dieron vivienda en La Fría, pero una de ellas tuvo que abandonar el apartamento, porque la zona no es comercial y es escaso el trabajo".

También las autoridades les han propuesto la búsqueda de viviendas, que no se encuentren en un riesgo vital y sin preocupaciones a la vista. "En mi caso el gobierno dijo que me iban a reubicar, dicen que busquemos una casa que no pase los 8.000 dólares y la verdad esperamos una casa o un apartamento en San Cristóbal.

Durante mucho tiempo, las noches de aguaceros han provocado insomnio en la familia Gómez; aquí nadie duerme, amanecemos, primero por el ruido y el cauce del río y segundo porque en la parte de atrás de la casa, pegado a la montaña se encuentra o pasa un tubo matriz también. "Cuando llueve por las noches, monto a hacer café y amanecemos".

Para afrontar la temporada de lluvias, los recursos de prevención son claves para evitar cualquier pérdida material, pues comunidades y organismos trabajan en conexión para desalojar las zonas afectadas en cuestión de minutos.

Así dice el capitán Duglas Jaimes del Cuerpo de Bomberos de San Cristóbal, quien hace un llamado a los ciudadanos a continuar con el método de prevención; "todas las comunidades deben estar en total alerta durante las lluvias".

Medición de caudal 

Ahora entre las funciones de los organismos de protección ciudadana como es el Protección Civil y el Cuerpo de Bomberos se implementó un sistema de medición de caudal para alertar a los habitantes cuando el cauce del río esté sobre una línea roja.

Los organismos han estudiado que son ocho los sectores de riesgo en el municipio de San Cristóbal, en el que se encuentran distribuidas las comunidades del 8 de diciembre, Cuesta del Trapiche, Brisas del Paraíso, Barrio El Hoyo, Barrio La Playa, Barrio el Rio, Barrancas parte baja y Zorca, las cuales están siendo monitoreadas por los funcionarios, durante las horas de lluvias.

"A través de la señalización con pintura que marca el color naranja como "precaución" y el color rojo como "activación de evacuación" significa que el caudal está al máximo y la zona debe ser evacuada lo más pronto posible" dicen los habitantes.

Asimismo los funcionarios han evaluado a dichas casas que están hundidas en la zona de Brisas del Paraíso, con daños en las infraestructuras que afectan los pisos, paredes y puertas de las viviendas y que corren el riesgo de desplomarse con las fuertes lluvias.

Miladis Garzón expresa que en la zona de Brisas del Paraíso son 32 las casas que se encuentran agrietadas por la mitad, y le preocupa que para las siguientes lluvias, su casa sea arrastrada por el río.

"Las casas se están inclinando, pues el suelo está afectado y húmedo, el río ha consumido al menos 30 metros de patio que tenía la casa y algunas viviendas, ahora estamos casi en el aire y con el miedo de perder lo que hemos conseguido con sacrificio".

Preocupación

En barrio El Hoyo, debido al estruendo de la tierra cuando llueve, los habitantes sienten angustia, porque su preocupación viene de la montaña y del caudal del río Torbes, asegura Diana Ortiz.

"Ningún habitante de la comunidad ha salido de emergencia de su casa, pero el río Torbes está golpeando y ha ido socavando el suelo de la cancha de la comunidad y tenemos el temor es que afecte a la escuela, que está justo al lado de la cancha".

En el área se ven preocupados por la cantidad de agua desde la montaña, pues en muchas ocasiones parece que bajara una quebrada, explica Ortiz. "No es solo el cauce el río, sino que cuando llueve mucho desde la montaña baja mucha agua, inundando las veredas y viviendas; esa misma agua pasa por debajo de tres viviendas, las cuales se han visto afectadas, suelos partidos y paredes quebradas, vivimos con el miedo constante cada vez que llueve o brisa".

"Nuestro temor es doble porque tenemos miedo que la montaña pueda venirse y el río no nos deje salir por el único acceso que tenemos; el puente".

Los vecinos de Barrancas continúan en alarma aun cuando ya ha sido canalizado en diferentes tramos, nos dice Mileida León, pues en las orillas de las viviendas y galpones han implementado objetos como latas, como una medida de alerta ante las fuertes lluvias.

"Son muchas las casas y galpones que se encuentran a escasos metros por donde pasa el afluente, esperemos que la temporada de lluvias no haga estragos y no afecte en la zona".

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