AGENCIA | LA PRENSA DEL TÁCHIRA.- Los restos de santa Teresa de Jesús descansan en un sepulcro cerrado con diez llaves en Alba de Tormes, Salamanca. Este miércoles, entrará la luz en la tumba con el objetivo de conocer más sobre el estado de conservación de la monja. Han pasado 110 años desde que las diez llaves giraron por última vez.
En ese espacio, un equipo de médicos y científicos italianos estudiarán el cuerpo y las llamadas reliquias mayores, que incluyen desde el corazón hasta el brazo, para el "análisis, la conservación y la veneración de las mismas". Estos expertos seguirán las instrucciones del Dicasterio (departamento especializado) de las Causas de los Santos del Vaticano.
"La fe y la ciencia se ayudan mutuamente y son reconciliables", comenta a RTVE.es el padre prior de Alba y Salamanca, Miguel Ángel González. Y añade: "Por medio de esta última se descubren muchas cosas y con los medios actuales pretendemos tener un mayor conocimiento de santa Teresa de Jesús, así como una mayor profundización en distintos aspectos de su vida".
Se espera que la primera fase del estudio, en Alba de Tormes, dure hasta el viernes, momento el cual los expertos regresarán a Italia para poder estudiar y formalizar una serie de propuestas para mejorar su conservación.
Comprobar el estado de conservación del cuerpo
Conocida como Teresa de Jesús, la monja fue una mística, escritora, y reformadora religiosa española, nacida el 28 de marzo de 1515 en Gotarrendura, cerca de Ávila. Fue la fundadora de la Orden de las Carmelitas Descalzas, una rama reformada de la orden carmelita, que promovía un retorno a la vida austera y contemplativa. Escribió varios libros influyentes, incluyendo El libro de la vida, Camino de perfección y Las moradas, considerados como clásicos de la literatura mística cristiana. Murió en 1582 en Alba de Tormes y fue canonizada en 1622. En 1970 fue proclamada Doctora de la Iglesia, siendo la primera mujer en recibir este título.
El proyecto, iniciado hace dos años, cuenta con el beneplácito del Vaticano. Asimismo, la Orden del Carmelo Descalzo, promotora de la iniciativa, considera que el objetivo es "necesario y de interés común" para ellos, los estudiosos y los devotos de la santa, así como para la comunidad de Alba de Tormes, donde las reliquias han sido custodiadas durante siglos.
La última vez que los restos de la misma vieron la luz fue en 1914 bajo la autorización de Pío X y de forma privada para el entonces General de la Orden, Clemente de los Santos Faustino y Jovita, y su séquito, además de las comunidades carmelitas de Alba. En ese momento, se hizo la única foto que se tiene de su cuerpo y que ahora servirá para comprobar el estado de conservación del mismo.
Fuente informativa: RTVE
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