María Cárdenas | La Prensa del Táchira-. Corría el mes de diciembre y mientras la ciudadanía se preparaba para festejar las últimas semanas del año, una ola de robos perpetradas por diferentes bandas criminales que operaban en la capital de estado comenzaron a aterrorizar a la comunidad; sin embargo, nadie se esperaba el trágico final de una pobre mujer cuya muerte conmocionó a toda la ciudad.
En el Pasaje Cumaná, precisamente en la calle 14, vivía Victoria Casanova, una anciana de 80 años quien era originaria de Táriba, la mujer quien vivía sola en el lugar, compartía constantemente con sus vecinos y familiares, quienes la visitaban regularmente. Si bien la comunidad entera estaba alerta por las bandas criminales que hacían de las suyas en diferentes negocios y despojaban de sus pertenencias a los transeúntes, ningún hecho fatal se había registrado; pero todo cambió la tarde del 10 de diciembre.
Isabel Pérez, una mujer que era muy cercana a Casanova, se encontraba preocupada, puesto que su amiga no había salido como de costumbre de su casa para disfrutar junto a ella una taza de café. Ante esto Pérez decidió acercarse a la morada de la mujer, al llegar a la puerta, se encontraba sin seguro alguno, la abrió con solo empujarla y ya adentro se encontró con la terrible escena. Atada de pies, manos, amordazada y completamente desnuda, se encontraba el cadáver de la pobre anciana.
Pérez, quien se encontraba en shock al ver el cuerpo de su amiga, consiguió sobreponerse y hacer el llamado a los oficiales de la Policía Técnica Judicial (PTJ), quienes rápidamente llegaron a la escena. La casa se encontraba hecha un desastre, toda la habitación de la anciana se encontraba revuelta, al igual que el resto de los cuartos. Los oficiales recolectaron las pruebas e hicieron el levantamiento del cadáver para determinar la razón de su muerte.
El crimen
Los médicos forenses encontraron distintas marcas de golpes en el cuerpo de la anciana, especialmente en su cabeza, demostrando que la mujer opuso resistencia a sus asesinos; sin embargo, como era de esperarse la superaron en fuerza y terminaron atándola de pies y manos; además usaron una toalla de baño para amordazarla, lo cual fue fatal para la anciana quien terminó perdiendo la vida por asfixia, producto de la presión de la toalla.
Tras la recuperación de pruebas en la escena del crimen, los oficiales determinaron que fueron dos criminales los implicados, quienes tenían conocimiento que Casanova tenía dinero en su casa. Los criminales esperaron la oscuridad de la noche para violentar la puerta de la casa sin que nadie se diera cuenta, encontraron a la anciana ya durmiendo en su cama y la atacaron. La mujer como pudo se defendió, pero no pudo con la fuerza de sus atacantes y recibió varios golpes en la cabeza; los criminales tomaron varios cordones para atarla de manos y pies y la toalla del baño para amordazarla, sin saber que esto la mataría. Los antisociales robaron, además de un dinero oculto por la anciana, varios objetos de valor, una pista importante para los oficiales que iniciaron un arduo camino para intentar identificar a los homicidas.
En primera instancia, los oficiales detuvieron a dos sospechosos, quienes eran conocidos criminales de la zona, no obstante tras un extenso interrogatorio, no consiguieron vincularlos con el asesinato. Entretanto la familia y vecinos de la anciana exigían justicia por su vil asesinato. La realidad es que la policía del estado estaba siendo presionada, no solo por las víctimas sino por todos los sectores, ya que la ola de crímenes se intensificaban cada día más y muchos temían terminar como la anciana.
Limpieza
Tras el incremento de robos y el interés de esclarecer el crimen, la policía comenzó un operativo limpieza para dar fin a los hurtos, asaltos y capturar a los homicidas de la anciana en Puente Real. Dos bandas criminales eran el objetivo de los oficiales: Los Cacos y los Pavitos. Los primeros se dedicaban al hurto de tiendas y hogares, esperaban que los negocios o las casas se encontraran solas para "calentarlas" y en tiempo récord sustraer todo lo de valor, mientras que Los Pavos eran conocidos por su agresividad y uso de objetos como palos o armas blancas para perpetrar asaltos a plena luz del día.
Durante la primera semana, solo cuatro días después del crimen de la anciana, la operación limpieza daba sus primeros resultados, cinco robos frustrados y 13 detenidos. A los criminales se les decomisaron objetos robados de tiendas y apartamentos, pero ninguno coincidía con lo sustraído del hogar de la octogenaria. La policía continuó arduamente trabajando en los operativos, concluyendo con la captura de más de 40 personas y desarticulando ambas bandas de la calle antes de culminar el año.
Con los calabozos llenos de criminales, los oficiales comenzaron la ardua tarea de interrogarlos a todos, gran parte de los capturados contaban con antecedentes penales ligados al robo y consumo de sustancias, pero ninguno por asesinato. Mientras, la comunidad de Puente Real continuaba aguardando la resolución del crimen de la anciana, pero sin ninguna respuesta. Poco a poco el tiempo fue pasando, el caso se fue olvidando y los criminales nunca fueron atrapados
Los datos de esta historia se encuentran resguardados en la Hemeroteca Estadal "Pedro Pablo Paredes", ubicada en la sede del Liceo Alberto Adriani en San Cristóbal.
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