Joycel Arellano| LA Prensa Táchira.- La expulsión de los diplomáticos en Venezuela ha sido una práctica recurrente por parte del Gobierno Nacional, la cual trae consecuencias tanto para el país como para los ciudadanos, pero que forma parte de una estrategia para aislarse y no responder ante las exigencias y evitar dar explicaciones a nivel internacional sobre cualquier acción o decisión, según analistas.
El analista político Víctor Maldonado asegura que tomar esta iniciativa es un gran acto de irresponsabilidad. "La expulsión de los diplomáticos aísla más al país, deteriora la reputación internacional del régimen y coloca a los ciudadanos de la diáspora que vive en esos países en una mayor condición de vulnerabilidad".
Los analistas explican que dentro de problemas principales que acarrea la expulsión de diplomáticos son para los ciudadanos por el impedimento de los servicios consulares para poder realizar sus trámites y documentación, ya que dichas tramitaciones se hacen en consulados y embajadas. También desde el punto de vista económico trae consecuencias porque al romperse las relaciones diplomáticas se van rompiendo las comerciales, además el hecho del aislamiento del mundo que representa un problema para el país porque se vive de la relación comercial. "Esto es un problema más para Venezuela que para el mundo porque Venezuela es un país importador, no es exportador" indica Carlos Casanova.
Por otra parte, Casanova indica que el Gobierno Nacional se aísla de la comunidad internacional para impedir que en ese ejercicio de relación le puedan pedir cuentas. "Se sustrae de mecanismos regionales y acuerdos van bloqueando lo que es un Gobierno hacia adentro y no hacia afuera, es decir, tenemos un Gobierno que ejerce hacia adentro del país, pero se va desconectando del mundo"
Un panorama muy complejo el que vive el país actualmente pero que estaba previsto, para el politólogo Elías Cáceres "la consecuencia más grande de estas decisiones es que el país queda aislado de la comunidad internacional, el rechazo es claro y contundente".
De igual manera, Maldonado explica que parece que el Gobierno no se encuentra interesado en las consecuencias económicas para el país. "Es una reacción desproporcionada para intentar mantener la iniciativa. No mide los costos sociales. Obviamente intenta salirse del foco de las exigencias y colocar el conflicto en otros temas"
Finalmente Casanova señala que existe ausencia de tolerancia por parte del Gobierno, no justificada para esta acción, que asume a título personal lo que se corresponde con una política de Estado que debe ser invariable.
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