El espantoso de crimen de una inocente niña de apenas 11 años que aterró a toda una comunidad

Crédito: Karen Roa

El espantoso de crimen de una inocente niña de apenas 11 años que aterró a toda una comunidad

La concubina y el vendedor de maíz detrás del crimen en San Simón

María Cárdenas | La Prensa del Táchira-. Uno de los eventos más aberrantes paralizó a toda la comunidad de San Simón, un pueblo pequeño y tranquilo, cuando entre los platanales se descubrió el cuerpo mutilado de una pequeña niña de apenas 11 años, durante el mes de septiembre de 1959.

Corría el 26 de septiembre en el caserío de "Hernández" ubicado en San Simón, cuando las personas dedicadas a la siembra estaban en estado de alerta, puesto que una menor de apenas 11 años, sobrina de un agricultor conocido, se encontraba desaparecida. Si bien se tenían esperanzas de encontrar a la infante en la mañana de ese mismo día, unos trabajadores encontraron la terrible escena de la joven criatura completamente desmembrada entre una siembra de plátano.

Rápidamente una comisión de la Policía Técnica Judicial (PTJ) se hizo presente en el lugar de los hechos, la escena era dantesca y los oficiales no descartan que la pobre niña también habría sido ultrajada. Los oficiales comenzaron los interrogatorios, primero al tío de la infante quien señaló que había salido muy temprano el día de la desaparición de la niña y fue él mismo quien notó su ausencia e inició su búsqueda por el pueblo. Indicó que su concubina, Carmen Ramírez era quien se encontraba al cuidado de la joven. Cuando Ramírez fue interrogada por los oficiales, esta explicó que a eso de las tres de la tarde del día anterior, la niña le había pedido permiso para ir al río y nunca más regresó.

Si bien a los oficiales les pareció extraña la actitud de Ramírez, no les pareció sospechosa en el asunto, se realizó la respectiva autopsia a la joven y se pudo conocer que no había sido violada. Los días fueron pasando y los oficiales tenían como teoría que se trataba de un grupo de bandidos que posiblemente raptaron a la niña cuando se dirigía al río y está al poner resistencia terminó asesinada; sin embargo a los cinco días del hecho los oficiales recibieron noticias de San Simón, al parecer el culpable había confesado y las hipótesis de la policía no se acercaban a lo que en realidad pasó aquel oscuro día.

Se transformó

Cuando los policías volvieron al caserío, específicamente a la casa de la infanta, el tío explicó que su concubina había confesado un terrible crimen. Resulta que Carmen Ramírez había asesinado a machetazos a la inocente niña; no obstante la mujer alegaba que la joven se había transformado en un insecto gigante y por eso tuvo que acabar con su vida.

Según el relato de Ramírez, todo inició con normalidad aquel 25 de septiembre, el tío de la joven salió del pueblo a transportar una mercancía y ella se quedó sola con la infante, quien dormía plácidamente en una de las habitaciones. Al poco tiempo de haberse marchado el tío, un vendedor de maíz de la localidad se acercó a la casa con la excusa de vender su producto, sin embargo él ya sabía que el hombre del hogar se había marchado, pidió a Carmen una taza de café y aprovechando que esta se marchó a la cocina ingresó a la recámara de la niña con la intención de violarla, pero, Ramírez llegó a tiempo y evitó que sucediera el horrible hecho.

Tras este suceso, la mujer no se quiso separar de la niña y durante el resto del día insistió mantenerla a su lado y ya en horas de la tarde, necesitaba recolectar unos plátanos para realizar la cena y pidió a la niña que tomara la cesta y la acompañara. La mujer relata que mientras recolectaba los plátanos, la joven se sentó a esperarla en una gran roca y cuando la mujer ya estaba por terminar su labor, vio cómo la niña poco a poco se transformaba en un insecto gigante, grandes patas y antenas salían de su cuerpo. La mujer llena de pánico comenzó a propinarle machetazos de manera salvaje, destrozando así lo que en su mente era un insecto enorme y repugnante, pero la verdad se trataba de una pobre e inocente criatura.

Ramírez llena de histeria, corrió a la casa con la canasta de plátanos que escondió en la cocina y se encerró en su cuarto a la espera de la llegada del tío de la niña. El hombre explicó que era normal encontrar a Ramírez encerrada en su cuarto, ya que la mujer desde hace años padecía de un desequilibrio mental, pero él nunca se imaginó que podría hacerle daño a la niña.

Detenidos

Tras la historia los oficiales salieron en búsqueda del vendedor de maíz para intentar comprobar la historia de Ramírez, además comenzaron a revisar toda la casa y efectivamente encontraron la canasta aún con los plátanos y cubierta de sangre, que sostenía la joven niña antes de ser brutalmente asesinada.

El vendedor identificado como Jacinto Díaz, fue detenido cerca del pueblo y tras un intenso interrogatorio confesó que intentó violar a la joven, pero tal y como había contado Ramírez, esta evitó el hecho ahuyentándolo de su hogar, no sin antes propinarle algunos golpes.

Si bien Díaz no asesinó a la joven, fue arrestado por el intento de violación; en tanto Ramírez fue juzgada en los tribunales por el brutal asesinato de la infante, pero el juez al ver su estado mental, ya que la mujer seguía insistiendo que la niña se había transformado en un "bicho", fue recluida a una institución mental.

Los datos de esta historia se encuentran resguardados en la Hemeroteca Estadal "Pedro Pablo Paredes", ubicada en la sede del Liceo Alberto Adriani en San Cristóbal.

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