El caso venezolano es estudiado hoy por una gran cantidad de empresas de asesoría política y electoral, así como de investigadores del tema de liderazgo político y social: y es así en razón de que encuentran en la campaña presidencial elementos que hablan más de estar en presencia de un movimiento mayoritario de cambio, que de una simple elección entre candidatos.
No hay competitividad entre candidatos, esto es, la diferencia del primero con el segundo es muy amplia, lo sextuplica, por lo que tampoco existe polarización. Corre contra el candidato que es Presidente un alto rechazo a su gestión, que ronda el 80% de desaprobación, junto a su baja intención de voto, en condiciones transparentes dibujaría desde ya, una derrota flagrante, con explicaciones objetivas de la circunstancia de su perdida.
Acabamos de pasar las elecciones en Francia y en Inglaterra, se aprecia un claro ejemplo de la función del voto, en estos dos casos sirvió para que el ciudadano pusiera fin a lo que consideraron malos gobiernos, perdieron los actuales gobernantes, los ciudadanos castigaron a los malos gobernantes girando con su voto la posibilidad del cambio. Eso es una elección que refleja lo que las encuestas estaban señalando, el ciudadano quería cambio y lo logra con el voto como instrumento para consolidarlo. Los que pierden admiten su derrota, y voy más allá, el Primer Ministro Ingles pidió perdón al pueblo y a los seguidores de su partido por tan pésima gestión.
En estos países no existió inhabilitación ni judicializaron los partidos, estrategia que desde los poderes públicos en Venezuela que se suponen autónomos uso la revolución socialista para quebrar a la oposición dejándola sin representación partidista, al igual como lo hicieron con los partidos del gran polo patriótico aliados del gobierno, los judicializaron cuando estos comenzaron a tener serias y profundas divergencias del rumbo tomado por los gobernantes.
Es por ello que cuando analizamos el tema de la asistencia a los actos proselitistas de los candidatos, apreciamos que es libre y voluntaria, espontanea la que se presenta a testimoniar su respaldo a María Corina y a Edmundo González, giras sin mayores costos, sin autobuses, lo que provoco por parte del gobierno una inmensa persecución a todo aquel que les permita un ingreso a un local comercial, sea estos de hospedaje o de comida, de pasteles, detención de motos, vehículos, caballos, dejando sin trabajo al funcionario público que se tome una foto.
Persecución que revela que el apoyo es castigado constituyendo esto actuaciones de forma ilegal; se corre la cortina y se ve la desigualdad en las condiciones de participación, el candidato de la revolución usa todos los medios del Estado para el cumplimiento de su actividad de campaña. Los medios del Estado son de uso exclusivo y de propaganda para el pensamiento que alimenta a esta revolución, no para la pluralidad del pensamiento.
Siendo así ¿qué será el peculado de uso? Se usa el recurso del estado para favorecer al candidato que no se retira de la presidencia como ordena la ley?
La asistencia a los actos del candidato oficialista no son espontáneos, son obligatorios, el instrumento para garantizar esa participación es el 1x10, y el pase de lista; la pregunta obligada ¿hay libertad de conciencia?, de donde es imperioso señalar, que el ciudadano que obligadamente se deje asistir con su voto, tendrá al carcelero de su conciencia para el resto de su vida en razón de que así será mientras dure la revolución.
Obligado para asistir supervisado para votar, obligado para actuar contrario a su conciencia; en Cuba sucede igual, los que asisten a los actos son los funcionarios públicos y asisten de forma obligatoria, y cuando votan lo hacen dentro del único partido que existe el partido comunista cubano, los de oposición desaparecieron con las mismas acusaciones, son partidos que quieren la intervención, son traidores.
¿No le parece que el parecido es grande?
Total una cosa es llenar la 5ta avenida de San Cristóbal y otra llenar una calle con gente transportada y obligada.
No deje la surte de su vida al control que otro haga sobre su libre albedrio
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