El caso se presentó como todo un enigma para el cuerpo de policía ya que pocas pistas se encontraron en el lugar

Crédito: Karen Roa

El caso se presentó como todo un enigma para el cuerpo de policía, ya que pocas pistas se encontraron en el lugar

El hombre sin brazos: ¿Venganza pasional o ajuste de cuentas?

María Cárdenas | La Prensa del Táchira-. En una tarde tranquila del mes de febrero en la carretera de Palo Grande hacia La Victoria, en el estado Táchira se hizo un descubrimiento escalofriante, cuando un hombre que se encontraba paseando su rebaño de ganado, fue atraído por un mal olor que emanaba desde una parte boscosa, a un lado de la carretera y divisó un cuerpo desmembrado en estado de descomposición.

Era el año 1988 cuando la Policía Técnica Judicial (PTJ), fue advertida sobre un misterioso cuerpo mutilado a un lado de la carretera. El cuerpo de investigación se movió rápidamente al lugar y se encontraron con el cuerpo desnudo de un hombre con evidentes signos de tortura, alto estado de descomposición y sin ninguno de sus dos brazos.

El caso se presentó como todo un enigma para el cuerpo de policía, ya que pocas pistas se encontraron en el lugar. Dado que el hombre tenía varios días muerto en la intemperie, sus rasgos faciales eran muy pobres para identificarlo, además en la escena del hallazgo, no encontraron ningún objeto que pudiera dar una pista sobre la identidad el cuerpo, ya que ni ropa se encontró en el lugar, además a pesar de que se realizaron escuadrones de búsqueda, sus brazos tampoco fueron encontrados.

Hipótesis

Los oficiales de la PTJ consiguieron deducir que el hombre no fue asesinado en el lugar, puesto que en el sitio no se encontró nada que indicara lo contrario. Además, los oficiales realizaron una reconstrucción facial que hicieron correr por los diferentes medios de comunicación de época, para intentar identificar a la víctima; asimismo lo compararon con las denuncias de hombres desaparecidos; sin embargo, todo fue en vano.

Dentro de las fuerzas policiales se manejaban dos hipótesis, la primera de ellas apuntaba a una venganza del tipo pasional, esto por los evidentes signos de tortura que sufrió la víctima y por la forma en que fue asesinada, ya que se determinó que una herida provocada por un arma blanca le puso fin a su vida.

Por otro lado también se manejaba la idea de que el hombre era víctima de un ajuste de cuentas por droga, de algunas de las bandas que operaban en la zona; posiblemente fue secuestrado y torturado en una zona cercana al lugar en el cual posteriormente fue abandonado, no obstante nada de esto podía ser comprobado.

Lo único claro para los oficiales era que los responsables del tan dantesco crimen no querían que se supiera la identidad del cadáver. La policía explicaba que los brazos fueron amputados desde la altura del codo para que el cadáver no solo no pudiera ser identificado por huellas dactilares, sino que posiblemente la víctima tenía algún tipo de tatuaje o marca muy particular en alguna de estas zonas, por la cual habría sido claramente identificado.

A pesar de que la imagen del hombre circulaba por los diarios, no se tenía ninguna pista sobre su identidad, además se realizaron varias excavaciones en el sitio para cerciorarse que los brazos no fueron enterrados, pero no encontraron nada.

Los sospechosos

Tras varios días investigando, la policía atrapó a un criminal conocido como "Cara de perro", quien habría sido señalado por el asesinato de un obrero unos días antes de que se encontrara el cadáver mutilado en la carretera. Aparentemente el antisocial se encontraba robando una buena suma de dinero junto a su compañero de fechorías "Pavo sucio"; ambos fueron descubiertos por el obrero, por lo cual iniciaron un intercambio de golpes que terminó con la vida del trabajador, para intentar despistar a la policía ambos criminales tomaron el cadáver del hombre lo amarraron a un mecate y simularon un suicidio.

Además, uno de los criminales fue identificado como uno de los autores del asesinato del frutero en la Avenida Carabobo, quien en el mes de enero se encontraba guardando su mercancía tras dar fin a su jornada de trabajo; en horas de la noche fue interceptado por los criminales y este al oponerse al robo de su dinero, fue asesinado a puñaladas por estos.

Con "Pavo sucio" tras las rejas, los oficiales iniciaron los interrogatorios; no obstante el hombre no quería hablar y explicaba que no conocía al cadáver desmembrado de la carretera. Sin embargo, señaló que posiblemente su compañero "Pavo sucio", tendría más información, ya que este operaba continuamente en la zona donde se encontró el cuerpo.

Si bien la policía consiguió culpar a ambos maleantes no solo del asesinato del obrero, sino el de un frutero en la Carabobo, no consiguen relacionar a "Cara de perro" con el asesinato del hombre en la autopista.

Ante esto se colocó una alerta para atrapar a "Pavo sucio", quien según los oficiales era la pieza clave para esclarecer la identidad y el homicidio del hombre desmembrado, pues según las declaraciones de su compañero, este tenía información de vital importancia para el caso.

Sin embargo todo esto desapareció con la pista del criminal, quien huyó a tierras colombianas evadiendo a los oficiales, quienes tras más de un año investigando debieron cerrar el caso y nunca se supo la identidad del cadáver sin brazos encontrado en la vía Palo Grande La Victoria, aquel 12 de febrero del 1988.

Los datos de esta historia se encuentran resguardados en la Hemeroteca Estadal "Pedro Pablo Paredes", ubicada en la sede del Liceo Alberto Adriani en San Cristóbal.

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