Marlyn Pernia | La Prensa del Táchira.- Emprendedores y comerciantes del sector de la marroquineria en el Táchira, se encuentran luchando en medio de la asfixiante crisis económica que golpea a la industria en cuanto a la actividad comercial; la búsqueda de materia prima, mano de obra y los impuestos. Con productos primarios importados, personas calificadas y confecciones de piezas bajo pedido, son las alternativas que tienen como propósito para mantener viva la industria.
José Antonio Ramírez Garbi, fabricante artesanal de piezas de cuero, señala que así como él algunas personas a nivel nacional se están abriendo camino con algunas marcas tanto artesanalmente como de forma más industrial, pero es muy incipiente. "Vengo trabajando con artículos de cuero desde el 2021, mi mayor presencia de venta es por Internet, lo que me permite llegar a muchas ciudades del país, haciendo que el emprendimiento sea hasta los momentos viable".
Señala que en cuanto a las limitaciones que sufre el sector de la marroquinería desde su experiencia es la búsqueda de materia prima. "Para quienes emprendemos, la materia prima es lo más complicado de conseguir actualmente, por lo que nos toca importar el producto primario de Cúcuta, Colombia, ya que las empresas que se dedicaban a surtir en Venezuela, muchas cerraron y otros productores no están ofreciendo material de la calidad que se necesita".
Otras de las barreras que presenta el sector es el impacto en el trabajo o la mano de obra por la baja producción, tanto para las industrias como los emprendedores. "En mi taller solo somos dos personas calificadas para realizar las piezas con los parámetros que deseamos ofrecer, ya que cada pieza puede llevar de 5 a 7 horas de trabajo manual".
Este rubro está buscando la forma de sobrevivir. "Se están dando pasos, aunque cortos, pero se va avanzando, esperemos que la situación económica mejore en estos tiempos que auguran cambios".
Manufactura
Yordi Correa, empresario en la zona de San Antonio del Táchira, señala que las fábricas venezolanas antes contaban con una zona de captación, donde se exhibía las piezas; ahora las pocas industrias solo se dedican a la producción y la fabricación de los artículos.
Con 32 años en el mercado y de las pocas empresas que continúan en pie, indica que las limitaciones más allá de la producción y la materia prima, es a la hora de reemplazar maquinarias, perforadores o entre otras herramientas, debido a las contantes fallas eléctricas. "Las pocas fábricas que quedan se la han ingeniado para poder realizar piezas de calidad, con materia prima importada, pero a la hora de realizarlas nos vemos con la dificultad de los cortes de luz".
Correa hace énfasis en que ahora las personas estiran la vida útil del producto. "Los clientes alargan la vida del bolso, cartera, correa o cualquier pieza, y eso se refleja en las ventas. Durante la pandemia fue un efecto rebote, porque para 2021 hubo un crecimiento bueno, pero hoy en día, la venta de cualquier pieza es baja".
La falta de inversión en el sector de marroquinería ha impactado en la baja producción y venta. "Es desalentador ver el panorama, pues se tiene poca confianza a la hora de invertir. Al hablar con inversionistas del interior del país, no se sienten seguros por el panorama político del país y mientras no se tenga la certeza, no se puede activar el sector por completo".
Anggela Yepez, empresaria y vendedora indica que un factor importante para que las ventas estén bajas es la competencia en cuanto a los artículos importados, ya que las personas prefieren bajos precios y las tendencias de moda sin importar la calidad. "La situación económica ha hecho que los compradores busquen las piezas más económicas y de moda, ante que piezas de calidad".
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