Ana Uzcátegui | La Prensa Táchira.- El Gobierno hará todo para tratar de demostrar que hay división, para tratar de demostrar que Edmundo González está enfermo, que es el candidato de los Estados Unidos, pero es muy difícil frenar el binomio María Corina Machado - Edmundo González, porque la gente les tiene esperanza de lograr una Venezuela libre", así lo considera Milos Alcalay, exembajador de Venezuela ante la ONU, Brasil, Israel y Rumania.
Catalogó como una medida desproporcionada la dialéctica que ha utilizado el gobierno del presidente, Nicolás Maduro, contra la Unión Europea tras el levantamiento de las sanciones a personas de la Unión Europea. "Buscan una confrontación con una institución que lo que ha querido es dar el respaldo para que se cumplan las reglas constitucionales venezolanas y los acuerdos internacionales en unas elecciones", exclamó.
El 13 de mayo la Unión Europea (UE) levantó las sanciones individuales a Elvis Amoroso, presidente del CNE y otros exdirectivos. ¿Por qué toma esta decisión?
La suspensión de sanciones de la UE a Venezuela la viene planteando el responsable de Relaciones Internacionales de la UE, Josep Borrell, apoyado por el canciller de España, José Manuel Albares, en el que planteaba la importancia de suspender las sanciones, pero destacando que estas sanciones no afectan económicamente a Venezuela, sino que es una lista de personalidades por haber violado DD. HH., o por temas de corrupción. Esta medida de eliminación de sanciones no fue apoyada por varios miembros de la UE como Francia, Alemania, Holanda, que rechazaban que se eliminen hasta que no se cumpla el acuerdo de Barbados que permita unas elecciones transparentes.
¿Por qué levantan las sanciones a Elvis Amoroso, quien fue el que inhabilitó a María Corina Machado?
Eso tendrán que responderlo ante los miembros de la Unión Europea no solamente los gobiernos, sino también el Parlamento Europeo que ha señalado que el argumento era asegurar que con la eliminación de las sanciones al presidente del CNE facilitaría la observación electoral de la UE. Pero esa gracia la ha utilizado el Gobierno para convertirla en morisqueta. Es una disculpa para atacar a la UE e insultarla, llamarla instrumento del colonialismo.
¿Qué peligro corren los venezolanos si no permiten la observación internacional independiente?
Hay tres instituciones con credibilidad en cuanto a la observación, una es la OEA porque ha estado presente en la mayor parte de las elecciones del continente, pero como el Gobierno no es miembro de la OEA, la ataca permanentemente y no estaba en el planteamiento de que viniera. La otra institución de credibilidad es la ONU, que tiene un perfil muy distinto, no entra tan a fondo como el manual de la Unión Europea, en donde hay países que todos ellos son democráticos. La ONU tiene países miembros como Cuba, Irán, Rusia, de manera que sus observaciones son más institucionales que un organismo como la UE que defiende los DD. HH., el derecho del voto. Y la otra es una ONG, el Centro Carter, que tampoco tiene el peso de la OEA ni de la UE.
El chavismo ha intentado crear una matriz de opinión contra el candidato de la Mesa de la Unidad Democrática, dicen que es manipulado y designado por Estados Unidos. ¿Qué análisis hace usted de ese tipo de campaña?
Yo creo que está muy confundido el Gobierno, porque cada medida que toma, cada traba que impone es como un bumerán.
Fíjate tú que la postergación de un día para inscribir a Edmundo González obedecía seguramente a crear un conflicto entre Edmundo González y Manuel Rosales, que también tenía su interés en ser el candidato de la Plataforma Unitaria, y de repente resulta que también eso le falló. Finalmente, la Plataforma de manera mayoritaria opta porque el "candidato tapa", como lo llamaban ellos mismos, se convierta en el candidato de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), y Rosales aceptó respaldarlo. Pero lo que le da mayor fuerza no es que es el candidato de la Plataforma, sino que es el candidato de la Plataforma plus, cuando María Corina Machado respalda incondicionalmente a Edmundo y cuando otros partidos, el MAS, el partido de Eduardo Fernández, se suman a esa corriente, bueno generan un hecho político nuevo.
¿Qué ventajas puede tener un diplomático como Edmundo González en un proceso de negociación o transición?
Muchas, porque el arte de la negociación es lo que un diplomático de carrera, como Edmundo González durante 30 años más ha llevado. Pero además él tiene 20 años de otra carrera paralela, cuando deja el Ministerio de Relaciones Exteriores, él entra en una actividad política internacional. Él está como muchos de nosotros, dedicado a promover la diplomacia parlamentaria, acompaña a varios de los dirigentes que han sido presidente de la Asamblea Nacional en su dimensión internacional. A Julio Borges tanto como presidente de la Asamblea Nacional como cuando desde Bogotá ejercía las funciones del gobierno interino como canciller, el que convocaba esas reuniones era Edmundo González. Él acompaña a destacados dirigentes de la Plataforma Unitaria a la Unión Europea o a Washington.
El ministro de Defensa ha denunciado la presencia de aviones militares estadounidenses en la capital de Guyana, alegando que pretenden activar una "máquina de guerra" contra Venezuela. ¿Hay la posibilidad de que esa tensión entre Guyana y Venezuela aumente y se suspendan las presidenciales?
Todo es posible...Bueno, se trata de unas elecciones que cada vez muestran más el perfil autoritario. Dentro de esos escenarios está el de eliminar la tarjeta de la MUD, o el tratar de utilizar los medios de comunicación como si fuera Radio Ruanda, recuerdas de la masacre que hubo por la transmisión en Ruanda del odio. Bueno, uno ve diariamente algunas de las entrevistas y hay como dos ideas de Venezuela, una que dice que éste es el mejor país del mundo, y otra que despotrica contra todo aquel que no sea incondicional del Gobierno. También se ha hablado que ante la posibilidad de que el Gobierno pierda las elecciones, busquen la manera de eliminar o postergar esos comicios, y una de ellas es un juego muy peligroso que es el nacionalismo exacerbado contra la República de Guyana, en busca de la ocupación del Esequibo.
¿Aquí se creó en tiempo récord la Ley Orgánica para la Defensa de la Guayana Esequiba, que habla de anexar ese territorio a Venezuela. ¿Es vista como una provocación a nivel diplomático?
Por supuesto que sí, porque es una de las razones que yo creo que ha alejado un aliado histórico del gobierno de Chávez primero, y de Maduro después, que es Lula de Brasil, quien precisamente busca la paz en la región. Fue Maduro quien convocó una reunión frente al referéndum sobre el Esequibo, la decisión de nombrar un gobernador del Esequibo, el darle documentos y pasaportes a todos los del Esequibo, etcétera. Y entonces precisamente como mediador, Lula ofreció a Brasil y estuvieron presentes los dos cancilleres, el de Guyana y el señor Yván Gil de Venezuela. Y aseguraron con bombos y platillos haber logrado un acuerdo pacífico. El presidente Lula se sintió muy satisfecho, pero al día siguiente de regresar el señor canciller de Venezuela, viene esta improvisada ley que ratifica de nuevo el carácter belicista, y por supuesto es así como una burla porque el Gobierno tomó una decisión totalmente contraria a lo acordado.
Hasta ahora, la Fuerza Armada Nacional ha permitido todas las elecciones en Venezuela, incluso en 2015 que fue adversa al Gobierno. ¿Cree que ese talante democrático puede prevalecer en esta elección?
Yo creo que ese es un reto de los militares que están observando toda la nueva realidad política que ha ido creciendo como una bola de nieve, y van a tener que optar si quieren ser del aparato político, el Ejército rojo del Gobierno o si quieren mantener las normas constitucionales que debe tener toda Fuerza Armada en defensa de la Constitución, y no tomar una posición política.
¿Podría haber cabida esta vez para unas elecciones parecidas a las presidenciales 2018, sin observación electoral independiente?
Yo creo que no. Hay dos elementos: uno, que en la medida en que se ha venido resquebrajando los partidos del Gobierno todo le ha salido mal, y los cálculos han sido equivocados. Por ejemplo, ese juego de dividir e imperar que trataron al minimizar las elecciones primarias, bueno, porque pensaron María Corina iba a sacar el 30%, Acción Democrática el 28%, Un Nuevo Tiempo 25% e iban a seguir peleando. Bueno, resulta que María Corina saca sorpresivamente más del 93% de los votos en las primarias. Estaban apostando a que el Consejo Nacional Electoral jugara con ellos y tratar de impedir las primarias y sin embargo fue un éxito. Estaban dos días antes de las primarias y convocaron Barbados, porque pensaron que con eso iban a desmontar su disposición de elecciones, porque iba a ser un caos. Y resulta que hubo un resultado distinto. Convocaron un referéndum para tratar de borrar la imagen del triunfo de María Corina, y fue un desastre, a pesar de toda la campaña del Esequibo, es decir, no les está resultando el aparato de división.
¿Qué tipo de transición se puede dar en Venezuela?
Mientras más aplastante sea el triunfo del binomio María Corina Machado- Edmundo González, al día siguiente se verá un cambio total de la perspectiva política. Ya habrá unas nuevas condiciones que irán surgiendo, nada fáciles porque aún la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo de Justicia, la Contraloría, el CNE siguen a favor del Gobierno. Van a haber sectores que no van a querer dejar el poder, como han dicho: "no entrarán a Miraflores ni por las buenas ni por las malas". Pero el hecho político va a transformarse. Es una reacción en donde sectores muy importantes que votaron por el chavismo dirán, bueno, mira, perdimos. Hay que ir a la transición, y esa transición va no solamente a nivel nacional, sino a nivel internacional, va a implicar que habrá que cambiar algunas reglas de juego, por ejemplo, algunos plantean igual que lo hizo Chávez, lo que es igual no es trampa, una Constituyente que permita reinstitucionalizar lo que la misma Constitución Bolivariana plantea, por ejemplo, el hecho de tener un período de seis meses es algo anormal, tú no puedes tener un presidente en ejercicio y un presidente interino durante seis meses.
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