Joycel Arellano| La Prensa Táchira.-El salario mínimo en el país es uno de los temas que está presente en la colectividad venezolana, ya que para la mayoría representa un ingreso, que aunque es casi inexistente, un aumento del mismo a 200 dólares sería mejor que los cuatro dólares que se reciben actualmente.
Especialistas ponen en contexto los escenarios posibles ante esta solicitud de la central de trabajadores, quienes esperan que este aumento sea una realidad antes del 1ero de mayo.
Para el economista Aldo Contreras, esto no será posible, en vista que se han hecho dos anuncios por parte del Estado que no han sido reales "El primero los 30 dólares de indexación del cesta ticket, lo cual nunca ocurrió y quedó en 1000 bs en Gaceta, pero el más importante, el de Enero que se dijo que el Bono de Guerra iban a ser 60 dólares y el Bono de Alimentación en 40 dólares y eso si es verdad que no llegó nunca". Esto ocasiona conflictos entre trabajadores y patronos, nos encontramos en un limbo jurídico.
Para el especialista el 1ero de mayo habrá un anuncio pero el tema está lo que se anuncia. "Se dice en televisión pero luego no termina de concretarse en Gaceta Oficial y eso hace que no se obligue a la administración pública, porque en la administración privada la realidad es otra completamente diferente, porque tenemos más de un 7% de la población económicamente activa que gana por encima de los mil dólares" dijo Contreras.
Explica Contreras que la empresa privada ya viene pagando unos salarios superiores al de 200 dólares que exigen los trabajadores. "El salario mínimo está en 200$ y el promedio está por encima de 500$, el de los gerentes por ejemplo".
"Sin embargo pareciera que para la administración pública el modelo es seguir teniendo a los trabajadores dependiendo de un bono y un Clap y donde precisamente estos bonos no son "salarizados" y no impactan en los pasivos laborales como prestaciones sociales, entonces, prácticamente se está dando la eliminación de las prestaciones sociales con los recientes anuncios".
Contreras señala que el estado recaudó el año pasado 5759 millones por la vía tributaria, es decir, que tiene la posibilidad de aumentar el salario.
Por otra parte, el economista Dilio Hernández, asegura que es común que todos los años el 1 de mayo los trabajadores venezolanos esperen que se produzcan anuncios de incrementos salariales, tanto para el sector público como privado. "Este año las expectativas son mayores, más aún en el sector público que lleva más de 2 años sin recibir aumento salarial más allá de los incrementos de las bonificaciones que como todos saben no tienen incidencia en el salario".
Recalca que en el año 2024 podemos afirmar que el escenario laboral presenta dos caras; una de expectativa pesimista por cuanto la política económica del gobierno de control de la inflación y la sobrevaluación del Bolívar se ha sustentado en la precarización del salario y está política no parece tener cambios significativos.
Si esta política se mantiene es difícil pensar que se producirá un incremento salarial importante el primero de mayo que acorte el déficit de ingresos para adquirir la canasta alimenticia que sobrepasa los 500 $ al mes para una familia de 5 personas.
Un segundo escenario es el de expectativas positivas, dado por el año electoral que presiona al gobierno incrementar el gasto público para mejorar su imagen, incluido el aumento salarial. Este escenario dependerá mucho del mantenimiento de alivio de las sanciones petroleras que han llevado al incremento de la producción por sobre los 800 mil bailes diarios en el primer trimestre del año.
Hernández asegura que en ambos escenarios, parece poco probable que el incremento salarial que pudiera darse el primero de mayo en el sector público supere los 100 $ incluido el bono alimenticio y excluyendo otros bonos no salariales que no están vinculados directamente al salario real de los trabajadores.
Finalmente, indica que en el sector privado, tampoco hay grandes expectativas de incremento dada la lenta recuperación del sector productivo en lo que va del año, relacionada con la caída de la demanda y la disminución de las expectativas de crecimiento por el enrarecimiento del panorama electoral, se estima que el salario promedio del sector privado se mantendrá en alrededor de los 200 $, muy por debajo del promedio de la región.
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