Joycel Arellano| La Prensa Táchira.- Desde hace años existe una variación en la manera de alimentarse del tachirense, afectando notoriamente su salud, las razones son diversas, todas relacionadas con las situaciones que se han presentado en el país como, la escasez de alimentos, el poco poder adquisitivo, el aumento en el precio de los alimentos, la falta de energía eléctrica, además de esto, sumarle las costumbres propias de cada hogar y la vida apresurada, lo que ha hecho que ocurra esta transición a causa de la limitación que tienen los ciudadanos para adquirir la canasta alimentaria.
Sobre el tema, la especialista en nutrición, Graciela Watts asegura que no solo esto es cierto, sino que todas estas condiciones externas han originado que la alimentación del tachirense no sea la adecuada, obteniendo como resultado que el tachirense se alimente para sobrevivir no para nutrirse.
Varios ciudadanos fueron consultados en las calles de San Cristóbal al respecto, se pudo conocer que existe una inclinación importante hacia el consumo en mayor proporción de harinas, en especial, pasta, pan y arepa; las proteínas aunque no son consumidas varias veces al día, suelen comerlas en el almuerzo, algunos todos los días, otros de vez en cuando y otros muy pocas veces a la semana. El huevo, la leche y el queso, son otros de los alimentos que las personas consumen con mayor frecuencia. Los vegetales y frutas, no están muy presentes en el plato del tachirense, es lo que consumen con menos frecuencia en la dieta diaria.
Watts, experta en el área nutricional explica que el consumo frecuente de harinas, es popular entre las personas porque maneja la saciedad, es decir "hay llenura pero no significa que se esté nutriendo".
El alto consumo de harinas, es perjudicial para la salud, tenemos en la actualidad enfermedades que se ven en este siglo, asociadas al alto consumo de harinas debido a que se han modificado mucho los nutrientes.
Repercusiones
Existen una serie de patologías que pudieran presentarse en la persona debido a este particular. "Son muchas las que pueden presentarse, la diabetes, hipertensión, obesidad, problemas hepáticos como cirrosis, enfermedades cancerígenas, metabólicas, ACV, Alzheimer, que pueden presentarse porque no están obteniendo un aporte real de nutrientes, para obtenerlo, estas harinas refinadas deben consumirse con fibras, minerales y vitaminas para tener una alimentación balanceada" indica Watts.
Por otra parte, indica que es muy común que las personas hagan solo dos comidas, suelen saltarse el desayuno, incluso los niños, lo cual no es saludable, los horarios también deben ser respetados, al igual que la cantidad de veces en las que se debe ingerir alimentos.
Otro factor determinante que también repercute directamente la salud de los tachirenses y su manera de alimentarse, son los prolongados cortes de luz en el estado. "Si tienen productos en la nevera que deben ser refrigerados, pierden la cadena de frío, lo que puede causar alteraciones en la salud por alguna intoxicación, más acentuado aún hacia la población más vulnerable niños y adultos mayores, de igual manera sucede con las fallas en el servicio de agua" explica.
Watts indica que a pesar de la situación compleja que se vive es posible aplicar estrategias para lograr una buena nutrición, aumentando el consumo de vegetales y frutas, incluirlos en la dieta diaria, ya que tienen aporte nutricional. "Hay que utilizar los alimentos cuando están en época de cosecha, por ejemplo con las frutas, el cambur, el níspero, son frutas tropicales que aportan nutrientes, no es necesario gastar más dinero en una manzana, igual con las verduras, calabacín, berenjena, auyama, repollo, brócoli, todos son económicos y nutritivos".
Encovi
Según los resultados de la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), difundidos por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), alrededor de tres millones de venezolanos pasaron todo un día sin ingerir algún tipo de alimento en 2023, este estudio fue realizado en 10 de las 24 regiones del país.
La encuesta arrojó que la mitad de los hogares no perciben ingresos suficientes para cubrir la canasta alimentaria, categorizándose en situación de pobreza extrema.
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