Alex Durán | La Prensa Táchira.- Más de cinco años después del accidente, Blanca Molina Guerrero, habitante de Aguas Calientes en Ureña, espera reparación por parte del Gobierno cuando en 2018 un Jeep del ejército la atropelló en una esquina de la cuidad. Así declaró en una video-denuncia difundida por Carlos Taborda, concejal ureñense.
El 31 de octubre de 2018, ocurrió el incidente en la esquina conocida como «4 patas», Blanca trabajaba como mototaxista y en ese cruce un vehículo del ejército la chocó. Del incidente, resultó con fractura de cadera y traumatismos; solo fue auxiliada por los bomberos y llevada a una clínica privada. Acordaron ayudarla desde el ente castrense, pero no fue así.
«Hago un llamado al Ministerio de la Defensa para que me ayuden, me tienen que volver a operar de la cadera, no tengo los recursos», pidió Molina Guerrero. Según su denuncia, luego de la evaluación médica primaria, fue trasladada a Cúcuta e ingresó al Hospital Erasmo Meoz donde la operaron.
Cerca a los seis años del atropello, Blanca Molina busca la atención y reparación por los daños que sufrió, «me tienen que retirar los clavos y el implante de cadera porque mi cuerpo los está rechazando», aseveró. En este tiempo solo contó con la ayuda de sus compañeros moto taxis y personas cercanas a ella. Desde entonces no pudo volver a trabajar.
«Siento la cadera desgastada», detalló desde la entrada de su vivienda. No ha obtenido respuesta para reparar los daños que tuvo su motocicleta y mucho menos ella en su cuerpo. Sustentó su denuncia con el informe emitido por los bomberos del municipio el día del accidente y de un informe médico en el cual debe someterse a una nueva cirugía.
Blanca Molina Guerrero, espera poder tener justicia y la atención del Ministro de Defensa, pues ante su condición de salud no puede sustentarse por ella misma. A través de los medios, busca alzar la voz para que le den una solución concreta.
Descarga nuestra app aquí o escanea el código QR