Joycel Arellano | La Prensa Táchira.- El proceso de declive en la economía venezolana data desde mucho antes de la imposición de sanciones por parte de Estados Unidos, un entorno poco favorecedor para la inversión y la escasa producción, han sido factores que han impedido el desarrollo económico del país, además de la crisis política existente.
Sanciones como las de la OFAC y la licencia #44 son las que pudieran interrumpir las operaciones petroleras, al disminuir la cantidad de barriles diarios que se producen actualmente, según el economista Aldo Contreras, esto generaría inoperatividad en la empresa estatal PDVSA lo que traería complicaciones financieras y de ingreso.
Una de las principales razones que se había tomado en cuenta como punto de partida para lograr la reactivación económica del país, era el alivio de las sanciones que pesan sobre el Gobierno, que al no cumplirse va afectar ese pronóstico de crecimiento.
Para el economista Dilio Hernández, al suspenderse el levantamiento de sanciones afectará evidentemente la economía nacional "El oro que salía hacia el exterior ya no podrá ser negociado en el mercado internacional, donde EE.UU juega un papel importante".
El objetivo principal de las sanciones es presionar para generar un cambio en la dirección política nacional, las mismas están hechas para los organismos públicos que ejecutan políticas económicas controladas por el gobierno, aunque las sanciones no constituyen la causa principal de la afectación económica, estas han intensificado el deterioro, logrando perjudicar al Estado, al Gobierno y también a los ciudadanos.
El experto Dilio Hernández indica que el no cumplimiento de los acuerdos en Barbados y con EE.UU. por parte del Gobierno, pudiera traer consecuencias críticas para la economía nacional "no tendrá un crecimiento como se quisiera".
"Es parte de las consecuencias de mantener inflexibilidad a la hora de negociar; el Gobierno tiene que razonar y tener una política de negociación mucho más abierta que permita que el elemento político se convierta en una posibilidad de aliviar esas sanciones, así acceder al mercado financiero internacional, lo que permitiría tener mejores posibilidades de crecimiento" resaltó.
De igual manera, el economista Aldo Contreras acotó que el gobierno venezolano ha utilizado el tema de sanciones como justificación a todas las precariedades que vive el país "escasez, problemas de energía eléctrica, colapso de servicios públicos, son vistos solo en Venezuela; hay países sancionados como Irán que no padecen ninguna de estas dificultades, de hecho cuentan con salarios por encima de los 400$".
Al suspenderse el levantamiento de sanciones la economía nacional no va a tener el crecimiento esperado, se estima que será alrededor de un 2% a causa de la huida de las empresas petroleras, el aumento del riesgo país y el nerviosismo generado en el empresariado con la orden presidencial de duplicar la recaudación tributaria, lo que avizoraría un panorama bastante gris para los venezolanos.
Frontera
El incumplimiento de los acuerdos y las acciones llevadas a cabo por el gobierno nacional han opacado las aspiraciones de los empresarios en todo el país y más aún del empresario fronterizo.
Para Dilio Hernández, la renovación de las sanciones ocasiona un impacto en la zona de frontera mucho más negativo que en el interior del país. "La dependencia que existe del aparato comercial bilateral, sobre todo bienes y servicios con un componente importante de insumos importados por la economía colombiana, podría significar costos adicionales en la cadena de comercialización hacia el mercado fronterizo que repercutiría en los precios de bienes y servicios" dijo.
"No hay que olvidar que muchos empresarios fronterizos aspiraban a restablecer la entrada y salida de productos a EEUU, aprovechando los acuerdo que Colombia tiene con USA y Europa que hoy Venezuela no tiene y será complejo restablecer".
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