La respuesta es sencilla, y ellos mismos nos la entregan, el gobierno usando al TSJ, judicializó a los partidos, esto es, los dividió, de esta forma le entrega partidos con tarjetas electorales a los que ellos decidieron serían sus dirigentes previo acuerdo, y los que se quedaron sin tarjeta partidista ni electoral, agrupados ahora en la llamada plataforma democrática con los que el gobierno tiene conversaciones a instancias de los llamados diálogos de México y así Barbados.
En esta estrategia divisionista la revolución se garantizaba como en los procesos electorales pasados, de acudir con una oposición dividida y así poder ganarles con facilidad, y así se garantizaba el gobierno a su vez, tener conversación y negociación directa con los dos sectores opositores, uno en la mesa y otros con la judicialización.
Por ello, el gobierno se sentía sin peligro de perder el poder, ya que la división le garantizaba el triunfo.
La primaria en consecuencia encontró enemigos en el gobierno y en la oposición, desde distintos sectores se procuraba desestimular su realización, el tema de la baja participación y fracaso era uno de los argumentos manejados desde algunos partidos, otros argumentaban que la primaria dividiría, obviando que la oposición partidista está dividida y con fuertes señalamientos de ser colaboracionista.
Dentro de las filas del régimen están sucediéndose cosas que no han tenido el relieve suficiente y que denota que existen fisuras importantes pero muy bien disimuladas.
Revisemos eventos sucedidos, el gobierno se planteó primero controlar la primaria obligando al CNE controlarlo, cambiaron la directiva el organismo, ciertamente, la sociedad estaba dividida si se participaba o no con el CNE. Al final el organismo electoral no controló la primaria y la sociedad se unió en torno al proceso primario como medio para legitimar a su candidato, resultando ser electa con el 97% de los votos, María Corina Machado.
¿Qué sector del gobierno influyó en el cambio de estrategia?
El resultado no pudo ser más estrepitoso para el régimen, ya que ahora quedaron los dos sectores partidarios sin el monopolio de las decisiones en la oposición, a donde el gobierno ya no puede influir.
De esta manera la primaria expone a los colaboracionistas del gobierno que usurpan el título de opositores, pero ya queda claro que no lo son y los de la plataforma entenderán que ahora se impone una nueva línea de oposición que ya no se fijará en cenáculos excluyentes.
El gobierno sabe que es minoría, tiene la certeza que en una elección limpia y medio limpia las pierde, sabe que no tiene fórmula que pueda dividir, los voceros internacionales que representan a la oposición cambiarán también, el juego ahora es con un nuevo tablero.
La judicialización de la primaria es parte de los nervios, del miedo que ahora tienen, expuestos en el mundo están, ya no tienen excusas, deben cumplir si quieren flexibilización de sanciones.
Apelar al expediente de GUYANA con el tono bélico los llevará rápidamente por otro callejón sin salida, el caso del General Galtieri en Argentina.
Mientas GUYANA apunta formulando reclamos por el referendo en la Corte Internacional de Justicia, la revolución envía unas cartas a las empresas petroleras a las que el gobierno guyanés les dio concesiones.
La estrategia nacionalista no funcionará en Venezuela, todos sabemos que fue por las acciones primero y las omisiones después por las que la revolución bajo la influencia nefasta de Fidel convenció de los gobernantes de no insistir en ese reclamo. Todos sabemos que la revolución entregó la Zona de Reclamación.
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