De generación en generación: la tradición del zapatero que sigue vigente

Ariana Moreno | La Prensa del Táchira.-  El oficio de zapatero es una tradición arraigada en el estado de Táchira, que se transmite de generación en generación. Este noble arte ha logrado perdurar a lo largo de los años, gracias a aquellos que han sabido adaptarse a los cambios de la sociedad, incorporando nuevas técnicas y diseños sin perder la esencia de su oficio.

Tal es el caso de Darwin Cacique, un joven rubiense que ve esta ocupación, no solo como una forma de sustento, sino también como una manera de preservar la identidad cultural y el legado de su familia. Desde los 6 años de edad, Darwin comenzó a aprender a coser zapatos de la mano de su tío, un experimentado artesano.

Darwuin es un testimonio de la pasión y el compromiso por mantener vivo este quehacer. Él explica que a medida que el tiempo fue pasando, decidió independizarse, adquirir experiencia y aprender nuevas técnicas acordes con la época. Además menciona que muchos zapateros a lo largo del estado Táchira, han tenido que cerrar sus negocios porque no se renuevan, no mantienen su calidad ni su constancia. "Hemos tenido que revolucionar la zapatería", añade. 

Destaca que este oficio siempre tiene demanda pese a la situación del país. Menciona que anteriormente eran principalmente las personas de clase baja y media las que solían llevar sus zapatos a reparar, pero ahora incluso algunas personas de clase alta se preocupan por arreglar zapatos de marca y los llevan a los zapateros.

Darwin enseñó a coser a su esposa Betzabeth, quien decidió aprender el arte cuando pasaba por un momento difícil. Dice que ahora ella es mejor que él, y juntos llevan muchos años dependiendo de la zapatería. Afirma que a nivel regional, el oficio ha disminuido considerablemente, pero que en el área metropolitana se mantiene. Aunque Betzabeth y Darwin aseguran que no es un trabajo fácil, dicen que es el medio que les ha permitido mantener a su familia. 

En la calle 11 de San Cristóbal, La Prensa del Táchira pudo observar lo que Darwin relató, ya que en una cuadra se concentran cuatro establecimientos dedicados a la reparación de calzado. Javier Becerra explica que es un oficio que ha experimentado una disminución en las ventas, pero que siempre es buscado, y debido a la situación actual, muchas personas están optando por arreglar sus zapatos viejos en lugar de comprar nuevos.

En cuanto a los costos de los servicios, los zapateros coinciden en que un trabajo mínimo cuesta entre 5  y 8 mil pesos y los más costosos llegan a costar entre 20 y 25 mil pesos, dependiendo del material. 

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