Todas crisis en todos los países del mundo tiene la misma sucesión de eventos: conflicto, desorden y adaptación (o desadaptación). Un conflicto, que implica tensión entre diferentes aspectos, pero que también lleva la semilla del cambio, en oportunidades o en la mayoría de los casos los ciudadanos no saben para donde los leva se cambió.
La adaptación es el último suceso, y es cuando ya lo que percibió primero como crisis deja de serlo en razón de que se acostumbró, los socialistas lo llaman la revolución cultural, es el cambio o sustitución de los valores que le dan vida a una sociedad o a otra. Así tenemos que Venezuela paso de la sociedad de la abundancia y la prosperidad a la sociedad de pobreza sin calidad de vida.
Los que andan pregonando la normalización lo que están tratando de influir es en el hecho de que ahora nos toca vivir como Cuba y no en la Venezuela que conocimos, de ahí la desafortunada frase de un gobernador al expresar que "lo que vivimos es responsabilidad de todos", esa afirmación es producto del analfabetismo ideológico, toda vez que los únicos responsables de lo que sucede son los revolucionarios que implantan un modelo por el que nadie voto, de donde la crisis es la expresión de destrucción de lo conocido para conducirnos al modelo que ahora se conoce del comunismo.
La palabra crisis procede de la palabra griega krino, que significa cruce de caminos. De tal suerte que cuando "estas en crisis" implica que vives en una realidad conflictiva, un desequilibrio que supone una elección. La crisis siempre hace alusión a ruptura y a cambio. Lo que no se sabe por no ser una elección popular es si ese cambio es para mejorar.
Los comunistas y autócratas nunca le dirán al ciudadano vamos al comunismo, ya que nadie votaría por ellos, en consecuencia surgen las ideas y propuestas populistas para llevar medio contentos al ciudadano a quien previamente lo van inyectando con discursos de odio para fracturar a la sociedad, el usurero es el comerciante, el responsable del producto caro es el productor, ricos contra pobres, y la lista se hace interminable.
A Chávez siendo candidato le preguntaron ¿Es Usted socialista? Y dijo que no, a esto lo laman la mentira necesaria, el fin que era imponer el socialismo justifica la mentira, y esa mentira se hizo medio para engañar al ciudadano, que ahora vive en comunismo sin haber votado por él.
Una reflexión necesaria tiene que ver con el hecho de la ausencia de formación de dirigentes en los partidos que aún desconocen el hecho de que estamos en un modelo que no es el constitucional, y aprecian y adversan la actual revolución desde los valores democráticos, diciendo que por ejemplo este es un mal gobierno, despreciando el hecho fundamental de que no es democrático por ser socialista.
Vivimos la implantación del modelo socialista en nuestras costumbres, en nuestras formas de vida, solo el tiempo determinara por la costumbre y el habituamiento que sea nuestro fatal destino de vivir sin calidad de vida y sin derechos individuales.
Regresamos al pasado, las revoluciones que derrocaron Monarquías transfirieron los derechos del Monarca al pueblo y con ello se hizo ciudadano, ahora el ciudadano pierde sus derechos para convertirse otra vez en pueblo, y sus gobernantes en las Monarquías comunistas, la de los Castro, Maduro y Ortega.
La tarea del demócrata es no acostumbrarse y la de la oposición es organizarse para realizar actos que impidan la normalización cultural de la vida en pobreza.
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