Ariana Moreno | La Prensa del Táchira.- La Diócesis de San Cristóbal conmemoró sus 101 años de creación con una peregrinación y una celebración eucarística. Los fieles, sacerdotes y estudiantes del Seminario Santo Tomás de Aquino se congregaron en la parroquia San Juan Bosco de Táriba desde tempranas horas de la mañana en el día central, el 12 de octubre, y luego partieron hacia la Basílica Nuestra Señora de la Consolación para conmemorar esta significativa fecha.
La romería contó con la presencia de la talla original de la Virgen, acompañada por una réplica del Santo Cristo de La Grita. Después de la peregrinación, se llevó a cabo la Santa Misa, presidida por Monseñor Mario Moronta, en compañía del presbiterio tachirense y el pueblo de Dios. En su mensaje al comienzo de la celebración eucarística, Monseñor Mario Moronta expresó: "Hoy nos reunimos nuevamente aquí y en las diversas Vicarías de la Diócesis para agradecer a Dios por permitirnos caminar con la mirada puesta en el horizonte del Reino de Dios. Con el amor que le profesamos, nos detenemos por un momento para contemplar el futuro que nos espera y cómo podemos asumirlo con espíritu evangelizador".
Compromiso
En su homilía, Monseñor Moronta resaltó que la Iglesia en el Táchira ha demostrado ser un pueblo que vive su religiosidad y expresa su fe, y que ha sido capaz de poner en práctica el mandamiento del amor fraterno. También mencionó los desafíos que enfrenta la región, como la emigración y el sufrimiento causado por las mafias, pero hizo hincapié en la importancia de predicar la justicia y comprometerse a hacer del entorno un lugar mejor para vivir.
Al concluir la celebración eucarística, monseñor anunció que el Papa Francisco envió una bendición especial a la Diócesis centenaria, así como un obsequio muy significativo: un solideo bendecido para ser ofrecido y colocado de manera permanente a los pies de la imagen de Nuestra Señora de La Consolación. El obispo de San Cristóbal presentó el solideo y lo colocó junto con la fotografía del relicario que resguarda la imagen de la Consolación. Finalmente, expresó que esta fue una hermosa sorpresa que recuerda y compromete al Táchira a orar siempre por el Santo Padre y por la Iglesia, y se asegurará de que permanezca junto a la Virgen por toda la eternidad.
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