Agencias | La Prensa del Táchira.- "Quien empuña un instrumento, jamás empuñará un arma". Con esta premisa surgió desde 2018 la 'Orquesta Sinfónica Binacional Más Arte-Más Vida' en la ciudad de Cúcuta, que reúne a niños y jóvenes alrededor de varios escenarios artísticos para alejarlos de la delincuencia.
La orquesta cuenta con 80 músicos, 28 coristas, 10 maestros y 2 directoras (musical y coro); gran parte de ellos provienen de Venezuela.
La Organización Compassion Internacional lleva años aunando esfuerzos junto a un grupo de profesionales de Colombia y Venezuela, para brindar apoyo a los menores en situación de pobreza y que integran la 'Orquesta Sinfónica Binacional Más Arte-Más Vida'.
Al son de la música de viento, cuerda y percusión, estos pequeños talentos de frontera llenan de alegría a Cúcuta, no solo con la interpretación de un instrumento, sino demostrando que con disciplina, voluntad y algo de apoyo, se pueden lograr cosas extraordinarias.
Esta iniciativa musical cristiana, inició formalmente en el año 2018 con un proyecto de habilidades en artes que tenía como objetivo ocupar el tiempo de los niños y jóvenes. Inicialmente tenían danzas, teatro y música, pero a finales del mismo año decidieron concentrarse en la orquesta.
Actualmente, Alianza Evangélica, Cruzada Cristiana, Cuadrangular, Movimiento Misionero Mundial y Centro Cristiano Los Pinos, son las congregaciones que apoyan el proceso de formación y capacitación musical. "Las iglesias cristianas también le apuestan al arte, por esa razón respaldan el proyecto musical para que los niños sigan fortaleciendo su proceso en la sinfónica", aseguró Estela Duarte, directora administrativa del proyecto. También destacó que la unión de los talentos de ambos países (Colombia y Venezuela) les ha aportado un fuerte potencial en la sinfónica.
Camilo Camargo, trombonista de 16 años, contó que, en la convocatoria del 2018, él logró quedar entre las 100 personas que se seleccionaron para entrar a la 'Orquesta Sinfónica Binacional Más Arte-Más Vida'. Además recalcó que este mismo proceso vuelve a presentarse a mitad de cada año para que personas nuevas ingresen la orquesta.
"Ha sido un momento muy especial. Los chicos se han relacionado muy bien y los resultados se ven en los conciertos donde hemos ido a presentarnos, por eso a la gente le ha gustado mucho la fuerza que está agarrando nuestra orquesta", expresó Duarte.
Franyerson Petit, chelista de la orquesta, mencionó que él y su familia llegaron a Colombia a inicios del 2019 por la situación del vecino país. Para él, 'Más Arte-Más vida' representa una bendición por la oportunidad que la iglesia le dio para aprender más a fondo su instrumento. También destacó lo admirable que es poder ensayar en casa con el chelo, pues allí se lo prestan.
Dentro de la rutina de los niños y jóvenes músicos está dedicar el viernes en las tardes y el sábado en las dos jornadas a la sinfónica; el resto de días practican con sus instrumentos en sus hogares. Muchos de ellos residen en barrios como: Nuevo Horizonte, Nidia, La Fortaleza y entre otros, pero su sede de ensayos está ubicada en el barrio El Trigal.
Una orquesta que va creciendo
Presenciar el arte que hace este grupo musical resulta maravilloso, el ensamble es muestra de la disciplina que cada uno le aporta a su carrera y a la orquesta binacional.
"Vimos el resultados en la inclinación de los muchachos hacia la música, ahí empezamos a plasmar el sueño de presentarnos en muchas partes de Colombia y el mundo. Ellos están aprendiendo y al mismo tiempo están fuera de situaciones como la drogadicción y los peligros de las calles", manifestó el Pastor Abel Páez.
Nini Raigoza, directora musical de la 'Orquesta Más Arte-Más vida', comentó que los repertorios musicales se asignan de manera progresiva, acorde al nivel académico de los músicos. Así mismo, incluyen arreglos cristianos en sus presentaciones, porque esta es la raíz de la sinfónica; pero los niños y jóvenes aprenden temas universales y académicos, por la incidencia de las obras en su calidad musical.
"Nosotros tratamos de tener una dinámica familiar. Acá todos se ayudan como hermanos. Ellos solitos hacen todo, bajan los instrumentos y conforman la orquesta. Ellos ya saben cómo es la estructura orquestal" mencionó Raigoza.
Con el proyecto musical 'Orquesta Sinfónica Más Arte-Más Vida', buscan consolidar un conservatorio que les permita a los jóvenes seguir el sueño de convertirse en músicos profesionales, pues ellos dejan la música a mitad de camino por la falta de apoyo, o porque en las universidades de Cúcuta no está la carrera profesional.
Hoy en día este proceso cultural es ejemplo para la región fronteriza, por medio del arte encontraron la vida entre tanto caos y violencia.
Una experiencia única
Nini Raigoza es clarinetista, llegó de Perú hace un año y medio. Cuando se radicó en Cúcuta empezó a trabajar con la 'Orquesta Binacional' como instructora de vientos y con los niños de iniciación musical. Tiempo después, se convirtió en la directora musical de la sinfónica. Ella sigue el legado del maestro José Antonio Abreu, quien fue el músico que creó en el vecino país el 'Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela'.
Liseth Buitrago es violinista de 17 años y miembro de la orquesta desde hace 3 años. Para ella, la sinfónica es como una familia que le inspira cada día practicar su instrumento para aprender algo nuevo.
Nicole Picón es una violinista de 7 años con 3 años de permanencia en la sinfónica. "Me motiva venir a la orquesta porque siempre aprendo algo nuevo. Hago amistades y gracias a la directora puedo tocar el violín".
Fuente: La Opinión
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