Venezuela y Nicaragua son dos países sobre los cuales la injerencia de los Castro es definitiva, copiaron el mismo modelo político y económico determinando el mismo resultado social, los cubanos operan como comisarios políticos supervisando la implantación de la revolución.
Como es lógico copiaron sus procedimientos, en Cuba los herederos de Castro no ganarían nunca unas elecciones libres, Daniel Ortega tampoco ganaría una elección si fuesen libres auténticamente, lo mismo sucede en Venezuela, no existe fórmula estadística o matemática que pueda en alguna hipótesis fundamentar que Maduro pudiera ganar una elección si fueran libres.
Ejemplo importante es el que ofrece Argentina, el primer paso de una elección presidencial es que todos los partidos al mismo tiempo con el mismo árbitro electoral se midan en una primaria para así legitimar sus candidaturas por partido, distinto a Nicaragua que el régimen ordenó la detención de seis candidatos e inhabilitó a otros.
Lo cierto es que el caso de Venezuela parece seguir los pasos de Nicaragua, así encontramos que la primera estrategia fue impedir que partidos aliados al proceso se pudiesen separar y para ello intervino sus directivas partidistas hasta desaparecerlas.
La primera fue Bandera Roja (BR) por decisión del TSJ en 2015 el control sobre la tarjeta electoral de BR le fue arrebatado al secretario general del partido, Gabriel Puerta Aponte, quien venía sosteniendo una postura de cuestionamiento al rumbo de la revolución, y pasó a manos de Pedro Véliz Acuña. El 25 de agosto de 2020, el máximo juzgado habilitó a Véliz Acuña a postular candidaturas a las parlamentarias del 6 de diciembre de 2020, en la práctica ya desapareció.
La segunda organización Nuvipa. El TSJ intervino a dicha tolda el 22 de agosto de 2020, para obligar la aparición de la tarjeta en la boleta electoral para el 6 de diciembre, arrebatándosela a la oposición.
El tercero Copei, la tarjeta electoral está bajo el control de Miguel Salazar, designado por el TSJ el 3 de diciembre de 2019.
El cuarto. La seguidilla de intervenciones judiciales de partidos políticos del año 2020 también alcanzó a la organización Compromiso País (Compa). El 26 de agosto.
La quinta organización fue, MIN-Unidad. El Movimiento de Integridad Nacional-Unidad (MIN-Unidad) fue intervenido por el TSJ por primera vez en 2015 y le fue designada una junta ad hoc para impedir que postulara candidaturas unitarias con la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en las parlamentarias de ese año. Maniobra que fue denunciada.
Séptima organización partidista intervenida fue, Podemos en septiembre de 2012, a un mes de las elecciones presidenciales, la Sala Constitucional del TSJ intervino al partido.
Octavo. MEP El Movimiento Electoral del Pueblo (MEP) fue intervenido en 2015 mediante sentencia del TSJ del 20 de julio.
Noveno. PPT .La Sala Constitucional del TSJ sentenció el 21 de agosto de 2020. Décimo: El partido Movimiento Tupamaro está intervenido desde el 18 de agosto de 2020. Onceavo. Voluntad Popular (VP): Desde el 7 de julio de 2020 la tarjeta de VP está en manos de los disidentes José Gregorio Noriega. Doceavo, Acción Democrática (AD) El 15 de junio de 2020, la Sala Constitucional del TSJ ordenó una junta directiva ad hoc para el partido blanco, presidida por Bernabé Gutiérrez. Y el treceavo es el PCV, corrió con la misma suerte que los demás partidos del polo patriótico, al manifestar su inconformidad el régimen prefirió el método que los cubanos recomiendan desaparecer jurídicamente a los opositores para hablar de que todo está dentro de las disposiciones legales.
Queda pendiente la primaria a la que el régimen le tiene terror, se saben perdidos.
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