Cardiólogos trabajan "con las uñas" para salvar corazones tachirenses

Yamile Cárdenas | La Prensa Táchira.- En Venezuela y a nivel mundial, las enfermedades cardiovasculares constituyen una de las principales causas de muerte, más ahora que se incrementó la incidencia de estas patologías en los pacientes recuperados de Covid-19. 

Pese a las dificultades, sin recursos y sin equipos, los cardiólogos tachirenses siguen trabajando "con las uñas" para salvar vidas.

El médico cardiólogo Carlos Arenales, Jefe de la Unidad de Cardiología del Seguro Social de San Cristóbal, explica que antiguamente se hacían pruebas de esfuerzo, holters y otros exámenes, pero los equipos se dañaron porque no se les hizo mantenimiento adecuado, ya que eso cuesta dinero y la institución no lo tiene, porque todo viene de Caracas".

Arenales agregó, "aquí estamos trabajando con las uñas desde hace 30 años atrás", "Los pacientes traen lo que pueden, dependiendo de sus recursos económicos, pero tratamos que el paciente esté lo mejor posible con lo poco que puede traer", pero "como cardiólogo considero que no estamos haciendo lo que se tiene que hacer en beneficio del paciente, porque no hay recursos". 

Salud pública

En el caso del estado Táchira, el sistema de salud pública en materia cardiológica es atendido principalmente por la Unidad de Cardiología del Hospital "Dr. Patrocinio Peñuela Ruiz" del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, IVSS, y por el Servicio de Cardiología del Hospital Central Universitario "Dr. José María Vargas" de San Cristóbal.

En el Hospital del Seguro, se prestan servicios de emergencia, hospitalización y de atención a reposos, con pacientes tanto referidos como atendidos en dicha Institución. Para ello cuentan con un equipo médico de cuatro cardiólogos y 17 residentes del postgrado de cardiología, que es el único postgrado del Táchira en esa área y que desde 1997 ha egresado 16 promociones.

En cuanto a la realización de los exámenes especializados que requiere el paciente, cuentan con un electrocardiograma que donó una ONG hace tres años y se ofrece el servicio de ecocardiograma para los pacientes hospitalizados, ya que fue reactivado recientemente gracias al donativo de un UPS (regulador de corriente) por parte del Rotary Internacional de la ciudad de Cúcuta.

Carlos Arenales refiere que ya contaban con el equipo, pero por las fallas eléctricas se requería un UPS especializado para que al irse la luz el equipo quede encendido 20 minutos y pueda ser apagado adecuadamente, sin riesgo de daños.

La situación del Hospital Central de San Cristóbal es similar. De acuerdo con registros hemerográficos, desde 2018, por falta de mantenimiento dejó de funcionar la Unidad de Hemodinamia, con la cual se podrían realizar exámenes cardiológicos especializados a la población que amerita cateterismos o coronarografías y no cuentan con los recursos para acudir al sector privado. 

José Ramón Zapata, Jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Central informó que tanto en la Unidad de Hemodinamia como en la Unidad de Diagnóstico No Invasivo, los equipos requieren mantenimiento para su reactivación. 

Indica el doctor Zapata que otro requerimiento que se presenta es la implementación del registro de historias clínicas, tan necesarias para estudiar el caso de cada paciente.

Mesas de trabajo

Para el doctor José Ramón Zapata "en los últimos 100 años, el estado venezolano, en sus diferentes representantes, le ha dado la espalda al hospital público, pues se ve la medicina como algo secundario".

"Urge que el estado venezolano, a través de las autoridades del hospital, de las autoridades regionales y nacionales, hagamos mesas de trabajo sobre temas específicos para determinar qué vamos a hacer en el área económica porque se ha ido un gentío porque no les satisfice la parte económica, y tienen razón. Entonces la falla de personal es inmensa, no hay el aliciente económico para venir", reflexiona Zapata. 

Propone que se ofrezcan bonos de estímulo, salarios adecuados, actualización académica y apoyo social al personal. Puntualiza que además se requiere inversión, equipos y organización, pues "el Covid conmocionó el sistema hospitalario, que quedó completamente desarticulado. Hay que hacer a un lado la política y la ideología y ver qué vamos a hacer con los hospitales públicos". 

En el caso específico del Hospital Central, indica que "el Covid afectó notablemente a la estructura operativa, que tiene décadas tambaleándose". 

Sin embargo, se mantienen activas las unidades de Cuidados Intermedios Cardiológicos y la Unidad de Cuidados Coronarios, que asiste a pacientes con insuficiencias cardíacas, arritmias y otras afecciones, procedentes de Barinas, Apure, zona Sur del Lago y de Colombia. Igualmente, se ofrece el servicio de seguimiento en consulta. 

Refiere Zapata que pese a las limitaciones, "Cardiología no ha cerrado jamás", pues aunque "durante muchos años ha tenido muchas crisis, siempre ha salido adelante gracias a su cuerpo de trabajadores: personal médico, personal de enfermería, personal administrativo, personal obrero y empleados".

Finalmente, el especialista agradeció la labor del Rotary Club Torbes, que facilita el mantenimiento de los equipos de Fundamed, institución fundada por el doctor Zapata junto a la Asociación Venezolana para el Avance de la Medicina en 1989.

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