La tradicional Cena de las Mil Hallacas que se convirtió en tragedia

Ariana Moreno | La Prensa Táchira.- Música, bailes y risas eran parte del ambiente que se vivía en la "Cena de las Mil Hallacas", realizada en la población de La Grita el 14 de diciembre de 1991. Este evento público que se acostumbraba a hacer antiguamente en las calles del Táchira se vio interrumpido trágicamente por un suceso insólito que acabó con la vida de seis personas. 

La celebración comenzó a eso de las 7:30 de la noche de ese sábado. Alrededor de 1500 personas asistieron para disfrutar de la fiesta y de la entrega del típico plato navideño, y mientras avanzaba la noche las decenas de personas que se habían reunido frente a la casa del Partido Social Cristiano Copei (organizador del evento), poco a poco se fueron marchando. 

Pasadas las once de la noche, sólo quedaba un grupo de unas 100 personas que se quedaron a divertirse al ritmo de diversos géneros musicales en el bulevar bailable. El licor y la imprudencia comenzaron a hacer de las suyas en dos hombres, quienes se subieron a la plataforma de un camión Ford 350 que se encontraba estacionado justo frente a la casa del partido. Uno de ellos lanzó un paraguas a las líneas de alta tensión, provocando que una de las guayas se desprendiera y cayera sobre un grupo de seis personas que murieron electrocutadas instantáneamente.

El movimiento de lado a lado del cable suelto alcanzó al conductor del camión, a quien la corriente eléctrica de alto voltaje le arrancó los brazos. Otras ocho personas que se encontraban cerca de la plataforma fueron trasladadas a la Unidad de Caumatología del Hospital Central de San Cristóbal, tras sufrir graves quemaduras en diversas partes del cuerpo. 

Afortunadamente, el camión sirvió para que el cable se enredara, evitando coletazos que hubiesen producido más víctimas. Las seis personas electrocutadas fueron identificadas como: Nelson Roa, de 31 años; Yeslie Acedes Contreras, de 17 años; Jesús Contreras Méndez, de 47; Wilmer Machado, de 22; Orlando Contreras, de 20 y Gabino Méndez, de 22 años. 

Investigación

Muchas personas no estaban convencidas de que este hecho se trataba de un accidente. Los presuntos autores del crimen no aparecían y los rumores comenzaron a crecer. Los vecinos del sector aseguraban que los hombres habían sido enviados por otros partidos contrarios a acabar con la celebración, puesto que conocían las fallas eléctricas de la zona. 

Expresaron a medios locales que dos días antes de la tragedia esa guaya también se había caído. Ante esto, el dirigente César Pérez Vivas, quien la noche del evento sirvió de orador, solicitó al entonces gobernador que se iniciara una investigación en torno a la responsabilidad que pudiera tener la empresa eléctrica, ya que aseguró tener profundas dudas sobre el mantenimiento en las redes de energía eléctrica. Destacó, además en la zona donde se encuentra ubicada la plaza Cáceres que también se había desprendido otra línea.

Días más tarde, el comisario Víctor Manuel Rodríguez Ceballos, jefe de la extinta Policía Técnica Judicial, expresó en rueda de prensa que detuvieron a estos dos hombres identificados como Alirio del Carmen Sánchez, venezolano, de 26 años, obrero agrícola, y a Javier Alexis Moisés Sánchez, venezolano, de 22 años, agricultor, residenciado en la localidad de La Grita. El comisario informó que los acusados eran parientes, y que ellos declararon que la noche de la tragedia se encontraban jugando con el paraguas. 

Poco a poco se fue olvidando del hecho que dejó al pueblo de La Grita consternado ante la pérdida de seis de sus hijos, quienes gozaban de gran aprecio y estima. Las víctimas fueron trasladadas en carrozas fúnebres hasta sus hogares para su velación y luego fueron enterradas en el cementerio municipal.

Los datos de esta historia se encuentran en la Hemeroteca Estadal "Pedro Pablo Paredes".

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