Marlyn Pernía | La Prensa Táchira.-En total abandono se encuentra el sector El Mirador sin alumbrado público, falta de agua potable, sumado al deterioro de la vía por la que transitan y la pérdida del campo deportivo de la comunidad.
Luis Alberto Guerra, exjubilado y vocero del consejo comunal del sector El Mirador vereda 6, desea buscar el beneficio de la comunidad, pero sin caer en controversias, dice que "la falta de servicio del agua se dio por la rotura de un tubo antes de El Mirador", reiterando que duraron una semana sin agua, cuando lo normal es que llegue cada dos días, o dos días a la semana, pero no había pasado tanto tiempo sin la llegada del agua por tubería".
La falta del servicio de agua no es sólo a esta comunidad, sitios aledaños también se ven con esa problemática, como Cipriano Castro, La Popa, Santa Elena y Barrancas parte alta, pues la rotura del tubo afectó varios sectores, menciona Guerra.
"En la comunidad la mayoría tiene un tanque aéreo, no podemos tomar el riesgo de quedarnos sin el vital líquido, pero ya iban varios días sin ninguna respuesta sobre el servicio y sin restablecerla".
Añadido a todas las dolencias que aqueja a la comunidad se suma hace varios años "el alumbrado público es fatal, y también corremos el riesgo de quedar sin electricidad por un poste que está inclinado en una de las calles, pero no hemos recibido respuesta", dice Guerra.
No sabemos qué hacer con respecto al alumbra do porque las fallas de electricidad queman las lámparas que disponen en las afueras de los hogares, asegura el habitante Guerra.
Rodrigo Guadrón, vocero del consejo comunal y habitante de la vía principal del sector, resaltó que "toda la vía está sumergida en huecos, y la falta de alumbrado público es deprimente".
Es una vía de uso frecuente para los habitantes, o incluso para aquellos que saben que pueden retornar a la cuidad.
Alega, además que "los vecinos colocamos escombros para tapar un poco la profundidad de los huecos, pero a los días vuelve a hundirse", menciona Guadrón.
"Han venido a medir los entes responsables y son aproximadamente 400 metros que se necesita asfaltar, pero no tenemos repuestas".
Ofelia García, ama de casa, asegura que "la falta del servicio del agua ya es tomada de forma muy normal. "Aquí se restablece cada dos o tres días, por esta razón las familias tomaron la decisión de tener en sus viviendas depósitos para el vital líquido".
Pero esto podría acarrear algunas consecuencias, puesto que depositar de manera no adecuada el agua ocasiona la reproducción de insectos que producen enfermedades como el dengue, el zika o el chikungunya, o el mal uso que se dé al agua no es seguro para nadie, y este es un sector de personas mayores y niños, enfatizó García.
La necesidad de la comunidad es solventar esos cortes de agua tan extensos de 7 días, o que se cambie la tubería; y como prioridad es solucionar el mal estado en la que se encuentra el asfalto junto con el alumbrado público, dice Guerra.
Añadido a las carencias que presenta la comunidad, los voceros mencionaron el estado lamentables en que se encuentra el campo deportivo y las instalaciones de la escuela en la que son impartidas las clases a los niños de la zona de El Mirador.
Estado inhóspito de la cancha
José Monsalve, profesor de Educación Física de la escuela "Anexo Mirador", menciona que la institución cuenta con 6 salones, con una matrícula de 65 estudiantes de 1ro a 6to grado.
Expone que la situación para impartir las clases de prácticas deportivas no es la adecuada para los menores.
"Los niños reciben educación física en la calle, debido a que la cancha está en mal estado". El campo deportivo está totalmente inactivo, no tiene alambrado alrededor y además con la hierba muy alta.
Luis Guerra, vocero de la comunidad, asegura que "el campo deportivo no es apto para la recreación de nadie".
Además, la comunidad cuenta con el espacio físico para la construcción de una escuela digna, con salones y áreas idóneas para la formación de los niños.
Monsalve añade que de ser realidad la construcción de la escuela, ayudaría para que representantes no tengan que trasladar a sus niños a otras instituciones fuera de El Mirador.
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