Redacción | La Prensa Táchira.- Actualmente, las redes sociales podrían utilizarse y convertirse en grandes herramientas dentro del proceso educativo, pues muchas de estas plataformas están diseñadas para difundir información, según los intereses de los usuarios.
Sin embargo, es necesario que el estudiante tenga la madurez y autocontrol suficiente para saber emplearlas de manera positiva, pues a pesar de que las redes sociales son útiles, también podrían ser una amenaza capaz de "destruir" a los que las emplean.
"Los niños son tecnológicos, pero no tienen el compromiso ni la disciplina para manejar las redes sociales", expresa una docente tachirense, quien pidió que su identidad fuese resguardada, pues a pesar de que la mayoría de los niños y jóvenes en la vida cotidiana utilizan las redes sociales y navegan en la web, muchos de estos desconocen el peligro o las consecuencias que pueden acarrear si no saben elegir de forma coherente y correcta los contenidos difundidos.
Según el psicólogo, Alfonso Amaya, en la medida en que los niños van creciendo y se desarrollan físicamente, también "lo hacen de manera cognitiva". Esto les permite ampliar su capacidad de procesar la información y poder detectar cualquier peligro no sólo a nivel físico, sino también en redes.
Por esta razón, la supervisión familiar es muy importante al momento en que un niño utilice redes sociales.
"Las redes sociales son herramientas tecnológicas modernas que pueden ayudar a consolidar el aprendizaje de los estudiantes si se utilizan de la mejor manera. Esto sería con la participación de la escuela y la familia", explica Mackler García, docente y secretario general de la Federación Venezolana de Maestros, Seccional Táchira.
Explica que existen plataformas digitales que podrían adaptarse al proceso de enseñanza para la creación de chats, foros y blogs educativos, y así ser beneficiosas para los estudiantes en su desarrollo educativo.
"Sin embargo, actualmente, los estudiantes le han dado un manejo no adecuado porque están consumiendo información de contenidos inoportunos", precisamente por la libertad que existe dentro de las redes.
Es por esta razón que hoy en día las instituciones no han empleado a gran escala el uso de las redes como métodos y herramientas confiables.
Aunado a esto, las redes sociales podrían ser beneficiosas y aplicables sólo para algunas modalidades de la educación, como media, general y universitaria. Ya en el caso de la educación inicial y básica es muy poca su interferencia, según la opinión de algunos docentes.
Luz Méndez, licenciada en educación mención Dificultades de Aprendizaje, quien actualmente trabaja con estudiantes de primer grado de la Escuela Estadal "Manuel Felipe Rugeles", manifiesta no utilizar redes sociales, pues estas no garantizan la formación de los niños.
Méndez aclara que "puede que haya contenidos que sean reforzados a través de canciones o videos didácticos, pero siempre debe existir la orientación docente y el esfuerzo humano, en este caso del niño".
Asimismo, explica que en este nivel educativo el niño debe aprender con tenidos elementales, como la lectura, escritura y operaciones matemáticas básicas, dichos contenidos deben ser desarrollados por el mismo estudiante bajo la enseñanza del docente.
"Como docente formadora necesito asegurarme de que los niños desarrollen sus actividades de forma práctica", señala Méndez, compartiendo además, que "como siempre les digo a los padres prefiero que el niño me traiga un garabato que esté escrito por él mismo a que me traiga una impresión".
"Emplear la IA con madurez"
Hoy día, los estudiantes utilizan aplicaciones de Inteligencia Artificial (IA); sin embargo, esta podría convertirse en una influencia que altera el desarrollo educativo.
"Es una herramienta útil, pero el estudiante debe tener la madurez para emplearla", señala Brana García, licenciada en Educación. García explica que la IA ha sido de ayuda para su hija, quien está en la universidad "porque ella sabe utilizarla con la madurez suficiente, por ejemplo, en caso de no entender algún contenido de física ella pide ayuda, pero no pide que haga la tarea".
"Sin embargo, a mi hijo de 13 años, no le hemos presentado la opción de la IA porque no tiene la madurez suficiente y corre el riesgo de no producir ideas", añade García.
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