Los casos de zoonosis más comunes en Táchira son la rabia y la brucelosis

Ariana Moreno | La Prensa del Tachira.- La Organización Mundial de la Salud describe la zoonosis como aquellas enfermedades infecciosas que han pasado de un animal a humanos, ya sea por el contacto directo o a través de los alimentos, el agua o el medio ambiente. En el caso del estado Táchira, la rabia y la brucelosis son las enfermedades zoonóticas más comunes, de acuerdo a lo declarado por Reggie Barrera, jefe de la División de Epidemiología de la Corporación de Salud del estado Táchira. 

El especialista manifiesta que la rabia se mantiene con vigilancia epidemiológica de las mordeduras sospechosas y en el caso de presentarse un caso, se llena la ficha epidemiológica, se le da la atención al usuario y las indicaciones para el seguimiento y evaluación tanto del individuo mordido como del animal mordedor, de los cuales el 90% de las ocasiones son perros. Para evitar esta enfermedad, indica que es indispensable que la colectividad mantenga vacunados a todas sus mascotas. 

En el Táchira se encuentra uno de los dos laboratorios regionales para el diagnóstico de la rabia (Táchira y Zulia), donde además de realizar la prueba directa de inmunofluorescencia, realizan la prueba biológica confirmatoria del diagnóstico de rabia, así como el tipo del virus rábico con la prueba de anticuerpo. 

En cuanto a la brucelosis, explica que esta enfermedad bacteriana es transmitida principalmente por vacas, ovejas, cabras y cerdos. Afirma que en el estado se le realiza un seguimiento a esta enfermedad en conjunto con las alcaldías y los mataderos municipales, los cuales deben tener un control de las personas que allí trabajan y que están en contacto con carne y otros derivados, los cuales pueden ser la fuente de infección para el hombre de la bacteria brucella en cualquiera de sus especies. 

Manifiesta que el personal que trabaja con este tipo de animales están en constante riesgo ante su situación ocupacional y es por ello que ameritan la vigilancia epidemiológica, haciendo las pruebas serológicas correspondientes en forma periódica.

Menos frecuentes

Otras patologías asociadas a la zoonosis menos frecuentes en el Táchira es la fiebre amarilla propia de monos de zonas selváticas, pero que accidentalmente a través de los mosquitos puede afectar al hombre. Por este motivo, asegura que se mantiene la vigilancia, la vacunación y el control del mosquito transmisor. 

La leptospirosis, otra enfermedad zoonótica propia de las ratas que se transmite a través de las heces y orinas de estos animales, es otra de las que también se mantiene en control. El epidemiólogo asegura que las malas condiciones de higiene es la principal causa de esta enfermedad que puede afectar al ser humano, cuyo diagnóstico es complejo, pero existe la forma de hacerlo en la entidad. 

Manifiesta que todo el estado Táchira es endémico para la zoonosis. Sin embargo, actualmente asegura que no hay casos de rabia, de fiebre amarilla ni de leptospirosis. Únicamente se han presentado algunos casos aislados de brucelosis, debido a que son pacientes crónicos que se infectan dada su ocupación en alguna finca o matadero. "Esta es una enfermedad ocupacional", dice.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen más de 200 zoonosis que han sido descritas y que involucran bacterias, parásitos, virus y agentes no convencionales. La organización explica que estas enfermedades se han convertido en un importante problema de salud pública en todo el mundo, debido a nuestra estrecha relación con los animales en el medio agrícola, la vida cotidiana y el entorno natural.

"Perdí la visión de mi ojo derecho"

Entre una de estas 200 zoonosis descritas por la Organización Mundial de la Salud, se encuentra la toxoplasmosis. Una enfermedad que afectó a la joven tachirense Saray Flórez, quien asegura que desde niña comenzó a presentar una deficiencia visual que sus padres y profesores notaron con preocupación. 

Los dolores de cabeza que sufría constantemente hizo que fuera trasladada a un centro de salud para realizarse unos exámenes, donde le diagnosticaron toxoplasmosis (enfermedad producida por un pará sito que es eliminado en su mayoría por las heces de los gatos). 

Saray explica que lo más probable es que se haya contagiado al ingerir algún alimento contaminado. En su niñez estuvo rodeada de gallinas, perros, gatos y loros; sin embargo, asegura que su médico le explicó que el pelo no es lo que afecta, sino el contacto con las heces. 

Cada año debía ir a control, pero cuando la situación del país comenzó a empeorar no pudo seguir haciéndose sus chequeos ni comprando los lentes que tenía que cambiar cada seis meses. "Perdí prácticamente la visión de mi ojo derecho y también tuve daños en el ojo izquierdo", explica. 

Después de eso, le mandaron un tratamiento más fuerte e igualmente debe estar cambiando los lentes que son bastantes costosos. También está en constante tratamiento con antibióticos para evitar un daño cerebral. 

Para Saray, lo más importante para evitar estas enfermedades es ser cuidadoso y lavar bien los alimentos.

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