Familiares de Maikel y Frank Acuña: "queremos limpiar su nombre" 

Redacción | La Prensa del Táchira.-  Allegados de Maikel Andrei Acuña Gómez  y Frank Yoider Acuña Guerrero expresaron que desean limpiar el nombre de los primos que murieron a manos de funcionarios de Policía Nacional Bolivariana, cinco días después de haber sido raptados por hombres que se los llevaron a bordo de una camioneta.

Según información obtenida por la organización "Lupa por la Vida",  Maikel Acuña se encontraba el lunes 8 de mayo en la cancha del barrio Bonilla jugando futbol con su primo y un grupo de amigos, en horas de la noche, cuando sorpresivamente, a las 8:30 pm, llegó al lugar una camioneta blanca con varios hombres vestidos de negro, buscándolos. 

Al lugar llegó su progenitor, quien en medio de la confusión le dijo a los cuatro hombres armados que su hijo no había lanzado ninguna granada en el pool, hecho que había acontecido la madrugada del día anterior. Pero no tuvo otra opción dejarlos que se los llevaran, «lo único que me dijeron fue que: si él no debe nada se lo volvemos a traer». 

Esa misma noche pasaron recogiendo al mecánico de nacionalidad colombiana, Gilbert Alberto Rodríguez Vargas, de 25 años, a quien sacaron de su casa, en momentos que dormía y se lo llevaron también a rumbo desconocido. «Nosotros pensamos que era la guerrilla, o no sabemos si es el grupo que tiene Freddy Bernal», narró el allegado. 

A los tres días siguientes, mientras el núcleo familiar desconocía el paradero de los muchachos, a la casa de los familiares en el sector El Cují, llegaron comisiones del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), fuertemente armados, cuyos funcionarios practicaron un allanamiento y citaron a los allegados a rendir declaraciones. De allí se llevaron algunas pertenencías de Maikol y Frank, como ropa y gorras, entre otras prendas. En el Cicpc, los familiares expresaron que los jóvenes habían sido secuestrados tres días antes, ante esta respuesta, parecía que los funcionarios sabían cuál grupo tenía a los primos. 

El cercano a las víctimas expuso que los funcionarios del Cicpc sabían que a los muchachos se los había llevado la guerrilla. 

Los deudos no sabían adonde acudir para buscarlos, pues algunos decían que posiblemente se los habían llevado a La Mulata y otros decían que a Llano Jorge (jurisdicción del municipio Bolívar) zonas controladas por la guerrilla colombiana. 

La noche que lanzaron la granada 

Entre la noche del sábado y madrugada del domingo 7 de mayo, en un pool del sector El Cují, lanzaron una granada fragmentaria que dejó el saldo de 8 personas con heridas ocasionadas por las esquirlas. 

Según el relato, a eso de las 11 de la noche del sábado, los primos estaban en un pool cercano al billar donde estallaron la granada, Maikol luego se fue a una discoteca junto a su hermana, en donde se quedó hasta casi el amanecer. Frank se quedó en el pool cercano, pero cuando escuchó el estruendo, salió corriendo a ayudar a las personas que habían resultado heridas, ya que algunos eran conocidos de él. 

«Si ellos hubiesen lanzado la granada, ellos no se hubieran quedado jugando fútbol en Ureña», expresó el deudo. 

Quedaron en shock 

El sábado 13 de mayo, muy temprano, los medios de comunicación del Táchira comenzaron a reportar que tres hombres pertenecientes a un grupo irregular habían muerto en un enfrentamiento en el sector Aguas Calientes, municipio Pedro María Ureña. 

Horas más tarde, desde la trocha de El Tato, en Ureña, el gobernador Bernal, informó los nombres de los fallecidos, los señaló de ser miembros de la banda La Línea y los acusó de ser los responsables del lanzamiento de la granada en el pool. 

Sus familiares se enteraron a través de los portales informativos del triste desenlace de los primos, quienes laboraban como ayudantes de sus padres, uno como cortador y el otro como montador en fábricas de calzado. 

«Nosotros quedamos en shock cuando salió Freddy Bernal hablando que ellos tenían granadas, si a ellos se los llevaron desde la cancha», refirió el allegado. 

«Nos sentimos vulnerables, una camioneta ahora ronda la casa, ellos eran personas inocentes. ¿Por qué toda la gente que entró al pool no es sospechosa?», dijo. 

Luego de que los tres jóvenes estaban muertos y sus cuerpos reposaban en la morgue del Hospital Central de San Cristóbal, sí se filtró un video del momento cuando lanzan la granada, en el cual se observa a un hombre que la tira por la entrada, del cual, los dolientes aseguran es parte de la evidencia que los primos nos fueron los responsables del hecho en el pool. 

A lo largo del año 2022, en Táchira se registraron 10 casos de presuntas ejecuciones extrajudiciales a manos de funcionarios policiales. En lo que va de 2023, en esta región fronteriza, cuatro personas han muerto a manos de funcionarios policiales, y la mayoría de las muertes han sido ejecutadas por la Policía Nacional Bolivariana.

Hubo un patrón similar en 2022 

Un caso similar a lo que aconteció con estos dos primos se registró también el año pasado en el municipio Bolívar del estado Táchira. Pues dos días antes de que fuera anunciada la muerte del asesor de viajes, Jarvin Alizon Soto Sánchez, de 26 años de edad, en un presunto enfrentamiento con funcionarios de la Dirección Contra la Delincuencia Organizada (DCDO) de la Policía Nacional Bolivariana, había sido secuestrado por cuatro hombres integrantes de un grupo guerrillero, así lo pudo verificar su familia tras emprender su búsqueda en varias zonas de San Antonio. 

En este caso, también el gobernador del Táchira, Freddy Bernal, a través de su cuenta de Instagram, fue quien dio la noticia, el domingo 16 de octubre de 2022.

Según la versión oficial, el hecho se habría suscitado en la Plaza Santa Rosa de Lima, parroquia El Palotal, municipio Bolívar, y a la víctima se le incautó arma de fuego, calibre 38.

Pero sus familiares solo sabían que el jueves 13 de octubre, cuatro hombres miembros de la guerrilla arribaron a la casa de Jarvin, en el sector Garrochal, en la cual estaba su esposa, dos de los hombres armados iban con sus rostros cubiertos y el grupo tripulaba una camioneta de color gris, y se lo llevaron a rumbo desconocido.

Dos días después, su muerte fue anunciada como el producto de un enfrentamiento, lo identificaron con el apodo del Valenciano y lo señalaron de pertenecer al Tren de Aragua.

Los deudos expresaron que Jarvin no portaba armamento, no le decían El Valenciano y no pertenecía al Tren de Aragua, era una persona pública en las redes sociales que andaba en moto por su trabajo.

Con información de Lupa Por La Vida 

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