La experiencia de los once pequeños músicos tachirenses en Ginebra

María Beltrán | La Prensa Táchira.- Hay oportunidades que se presentan una sola vez en la vida y el viajar a Suiza para debutar en una de las mejores salas de conciertos en Ginebra fue una de las mejores experiencias que vivieron 11 jóvenes músicos del estado Táchira durante el mes de abril.

"Voy a representar a Venezuela, voy a mostrar en un país europeo la esencia de ser venezolano, voy a Ginebra - Suiza", fueron las emocionantes palabras que Rosángel Avendaño, una joven tachirense de 14 años, expresó por llamada a su mamá antes de abordar el avión que la llevaría directo a otro continente junto a sus demás coterráneos. 

Los términos "increíble, inolvidable y única" son la forma en la que los pequeños músicos tachirenses describen la experiencia de viajar al continente europeo, representando y dando a conocer el talento venezolano. 

Las emociones comenzaron a manifestarse desde el momento en que fueron seleccionados para formar parte de los 170 músicos miembros de la Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela que viajarían a Ginebra para presentarse no sólo en la Sala Victoria Hall, sino también en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). 

Además del gran aprendizaje a nivel musical que adquirieron los jóvenes músicos, muchos de ellos pudieron sumar grandes recuerdos. 

 "La emoción de viajar por primera vez en un avión y que mi destino fuese otro país, de verdad fue increíble; son experiencias que jamás podré borrar de mi mente", expresó Valery Pérez, joven violinista de 14 años, quien jamás había viajado en avión, pero con esta oportunidad hizo realidad uno de sus sueños.

Otros, por su parte, al observar la ciudad de Ginebra desde las alturas de un avión sintieron como si estuviesen dentro de "un cuento".

En el caso de Geordy Delgado la define como "una de las ciudades más hermosas" que ha visitado, ya que "todo es muy bello, limpio y sobre todo mágico".

Rosángel Avendaño dice que se sorprendió porque "la ventana del avión se congeló", reseñando además que cuando el avión aterrizó "veía las casitas, los autobuses y todo era completamente distinto. Todo era muy bello, no me lo podía creer".

Al igual que Rosángel, el joven Diego Cuberos señaló que una de las cosas más impactantes fue conocer la ciudad de Ginebra, ya que "es muy hermosa" lo cual se complementaba con la experiencia de conocer a muchas personas del conservatorio de la ciudad. 

Diego destaca que esta fue una oportunidad en la que pudo convivir con sus demás compañeros y conocer a otros músicos de Venezuela, ya que "habían grupos de Yaracuy, Barinas, Barquisimeto, Caracas", entre otras zonas.

El viajar y poder vivir esta experiencia también sirvió como incentivo para seguir esforzándose, sabiendo que este sólo es el inicio de una gran suma de éxitos en el mundo de la música.

Tal fue la vivencia de Moisés Parada, a quien sus compañeros llamaban "Moi" por ser uno de los más pequeños del grupo. "Viajar a otro país es lo máximo. Como músico, ese viaje significó mucho, como una experiencia para seguir estudiando y me siento muy afortunado de vivir ese momento que no a muchas personas se les da", expresó el pequeño Moisés, de 10 años de edad. 

Asimismo, afirma que el debut realizado impactó a gran escala a todos los presentes tanto en la Sala Victoria Hall como en la sede de la ONU, pues "nos veían como los músicos". 

"Cuando las personas nos vieron tocar se notaba la alegría, e incluso cuando finalizamos el concierto las personas duraron aplaudiendo como cinco minutos, fue una experiencia sorprendente porque para ellos era novedoso ver a una orquesta que además de tocar instrumentos, pudiese cantar", señaló Rosángel Avendaño.

Sin embargo, la constancia y el trabajo previo fueron pilares fundamentales para la cosecha de este gran éxito.

"Gracias a la constancia y la disciplina al trabajo que se ha venido realizando con la orquesta, hemos tenido resultados muy buenos como este", manifestó la tachirense Roxibell García. 

Asimismo, todos los jóvenes agradecen a la Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela y a su director, el maestro Abreu y a todas las personas que hicieron realidad este sueño.

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